La opinión pública todavía muestra su estupor por la batalla campal organizada por radicales del Frente Atlético y Riazor Blues que eventualmente terminó con la vida de Jimmy, el miembro de la peña de extrema izquierda del Deportivo de La Coruña. Estas quedadas para pelearse entre grupos de diferente ideología son muy habituales en los países del este, donde alcanzan una crudeza máxima.
La organización de una de estas quedadas parte de uno de los líderes de un grupo, que se pone en contacto con su homólogo rival para pactar la hora, el lugar o la gente que va a asistir. Para llevarlo a cabo, los visitantes deben burlar los controles de la Policía.
Para conseguirlo, utilizan artimañas como alquilar los autobuses en otra ciudad, como hicieron los Riazor Blues, y no comprar las entradas por los canales habituales.
Las peleas entre ultras también son habituales en Italia, donde algunos hinchas hacen gala de código de honor. “Los cuchillos sólo los utilizan los cobardes”, se ha podido leer.