Tras batir a la Fiorentina en las semifinales, el conjunto hispalense logró el pase a la gran final y la posibilidad de defender su condición de campeón, algo que no se había logrado desde que el torneo instauró su nuevo modelo en la temporada 2009-2010.
Desde entonces, el segundo torneo continental ha estado dominado en su mayoría por el fútbol español y el portugués. En sus seis finales, en cuatro ha habido representación de la Liga BBVA, con el Atlético en las ediciones de 2009-10 y 2011-12, el Athletic Club en la de 2011-2012, y el Sevilla en las dos últimas, mientras que en tres estuvieron equipos lusos gracias al Oporto y al Braga, que se jugaron el título en 2010-11, y al Benfica, protagonista en las de 2012-13 y 2013-14, ambas con derrota ante el Chelsea y el Sevilla.
Así, el conjunto hispalense emuló este año lo que realizó el equipo lisboeta, aunque, de momento, ha tenido ya mejor suerte porque en una ocasión ganó el título europeo.
Ahora, el objetivo es repetir el doblete de 2006 y 2007 cuando conquistó de forma consecutiva la Copa de la UEFA tras ganar al Middlesbrough y al Espanyol, respectivamente. La historia le respalda, porque además de este precedente, también lo consiguieron el Real Madrid en los años 1985 y 1986, y, cuando se llamaba Copa de Ferias, el Valencia en 1962 y 1963 y el FC Barcelona 1958 y 1960.