El presidente del FC Barcelona, Sandro Rosell, ha reconocido este lunes que probablemente haya sido un «error» querer tirar adelante la grada de animación en el Camp Nou, con pruebas desde el pasado mes de enero –110 entradas a 10 euros cada una– y sin tener el consentimiento de los Mossos d’Esquadra, y ha reconocido que en el pacto inicial de precampaña para la creación de esta grada había miembros de los Boixos Nois, grupo expulsado por el expresidente Joan Laporta por su conducta violenta.
«Probablemente cometimos un error al no comunicarlo a los Mossos (grada encubierta). Fue seguramente un error pero nuestra fue, buena fe, siempre ha sido hacer una grada de animación para arropar a los nuestros con un no rotundísimo a la violencia. Nos hemos equivocado pero quien nos podría ayudar no lo han hecho demasiado. Es un tema cerrado», comentó en rueda de prensa.
No obstante, antes de cerrarlo, Rosell explicó que desde el mes de enero se han vendido 110 entradas a un precio de 10 euros cada una por encuentro para intentar crear esta grada de animación, en unas pruebas que «han salido bien» pese al episodio de la bengala, en el duelo contra el Real Madrid de Copa del Rey, que ha acabado por sentenciar a la grada de animación.
«Estas entradas se han vendido a los grupos de animación que consideramos que tienen tolerancia cero a la violencia, chicos muy majos que conozco y quieren animar. El tema está muerto, se ha acabado, ya no habrá entradas para grupos de animación ni para jóvenes que querían animar. Es una lástima», comentó.
En este sentido, aseguró que a medio y largo plazo, no será bueno para el club no disponer de esta grada joven de animación, y lo atribuye a un acto demagógico. «A veces las demagogias superan a la realidad, como en este caso. Somos víctimas de la demagogia aunque las pruebas habían salido bien, y no tenían nada que ver con la bengala», señaló.
«En el pacto sí que había algún representante de los Boixos Nois pero con voluntad de tolerancia cero a la violencia, condición que pusimos. Demostraba que tenían ganas de animar y ya está. Pero ya no lo sabremos, es una lástima. No lo sabremos nunca. Sería de tolerancia cero, de hecho no ha pasado nada, solo lo de la bengala y no tiene nada que ver con estas entradas, con estos chicos. Que el estadio anime lo que quiera el estadio», sentenció.