Cuando apenas tenía 2 años sufrió un grave accidente automovilístico que le dejó profundas cicatrices en la cara. Sus amigos de colegio le llamaban ‘Scarface’ (Cara cortada) debido a la notoria cicatriz que luce en el lado derecho de su rostro. Aquella dura infancia dio origen a su carácter luchador y combativo. No han desaparecido esas cicatrices, como tampoco su enorme talento cuando tiene un balón en los pies. Franck Ribery ha encontrado su sitio en el Bayern de Munich, donde cumple su quinta temporada.
Es un auténtico líder en el campo, asumiendo la responsabilidad sin que le tiemblen las piernas. Hace cinco temporadas estuvo muy cerca de fichar por el Real Madrid. Incluso el Barcelona estuvo muy pendiente de él. Ribery puso rumbo a Múnich desde Marsella, una decisión acertada a la vista de su trayectoria.
Ribery disfruta con el fútbol, pero casi mucho más gastando bromas en el vestuario, donde es el auténtico cabecilla a la hora de hacer alguna trastada. Un tipo que se atreve a lanzas litros de agua a Oliver Khan, no famoso por su simpatía, desde una azotea, es evidente que es capaz de cualquier cosa. Y más en un campo de fútbol.