La temporada ha sido muy dura para los andaluces, que tuvieron hasta tres entrenadores a lo largo del curso (Francisco Javier Rodríguez, Juan Ignacio Martínez y Sergi Barjuán), cuatro contando a Miguel Rivera, técnico del filial que se hizo cargo del equipo la jornada que visitó el Real Madrid el Estadio de los Juegos del Mediterráneo.
El primero de ellos, Francisco, fue el hombre que consiguió la permanencia la pasada campaña y el elegido por la junta directiva para regir los designios rojiblancos una temporada más en la máxima categoría. Su permanencia hace un año, aunque fuese en la última jornada, no le sirvió para seguir convenciendo al presidente cuando llegó el mes de diciembre.
El máximo dirigente, Alfonso García, fue destituido el 9 de diciembre, un día después de caer goleado (5-2) en su visita al Eibar y tras contabilizar 10 puntos de los 49 posibles. El club entendió que la salida de Francisco cambiaría la dinámica y contrató los servicios de JIM, que pronto encontró la manera para mejorar las prestaciones de la plantilla.
JIM, que llegaba a Almería tras haber llevado al Levante a la Europa League, consiguió ganar sus dos primeros partidos, ante el Celta de Vigo y ante el Málaga, ambos a domicilio, pero la trayectoria almeriense volvió a caer en tres siguientes semanas, antesala de dos nuevas victorias, las dos últimas de Martínez en Almería.
JIM fue destituido el 5 de abril y dejó su sitio a Sergi Barjuán, que no pudo lograr el cometido propuesto. Dos únicas victorias en las últimas nueve jornadas de Liga (contra Eibar y Granada) no sirvieron para sacar al Almería del pozo, en un año que fue todavía más difícil por la sanción de la FIFA, la cual no se llegó a dirimir a tiempo.
En cualquier caso, un año muy difícil para los almerienses que deberán corregir el próximo curso. El Almería jugará su sexta temporada en Segunda en los últimos diez años. Los anteriores ascensos lo consiguieron de la mano de Unai Emery y Javi Gracia, actuales entrenadores de Sevilla y Málaga.