La junta, la primera que se celebra en la ciudad de Valencia, tras el cambio de sede, ha aprobado por mayoría todos los puntos del orden del día, entre ellos: las cuentas de 2017, la gestión del consejo de administración, la modificación de las remuneraciones de los consejeros, la entrega de acciones como retribución variable, el nivel máximo de retribución variable para los empleados o el informe sobre remuneraciones del consejo de administración.
A pesar de que todos los puntos han salido adelante con la mayoría de votos a favor, la junta no ha estado exenta de debate por parte de accionistas, trabajadores y clientes de Caixabank, que han expresado diversas quejas por el traslado de la sede sin consultarles, por las condiciones laborales de la plantilla, por el «abandono» a los pequeños clientes, por las altas remuneraciones de los directivos o los «lazos de la entidad con la industria armamentística», entre otras cuestiones.