«A pesar de nuestra confianza en que la inflación convergerá hacia nuestro objetivo por debajo, pero cercano, al 2% se ha fortalecido, no podemos todavía cantar victoria en este frente», ha asegurado el banquero italiano en una intervención ante el pleno del Parlamento Europeo en Bruselas.
«La inflación subyacente sigue siendo débil y todavía tiene que mostrar señales convincentes de una tendencia al alza sostenible. Además, han surgido nuevos vientos en contra por la reciente volatibilidad en el tipo de cambio, cuyas implicaciones para las previsiones a medio plazo en la estabilidad de precios requieren seguimiento cuidadoso», ha advertido.
Draghi ha hecho estos comentarios durante su intervención inicial en la Eurocámara con motivo del informe anual que los eurodiputados deben aprobar sobre la labora del BCE en 2017. El italiano ha centrado su discurso en las medidas necesarias para fortalecer el sistema financiero europeo y en los últimos acontecimientos económicos de la eurozona.
Dentro de sus palabras sobre este segundo tema, Draghi ha instado a tener «paciencia y persistencia» con respecto a la política monetaria. Por ello, ha defendido la posición del Consejo de Gobierno del BCE de mantener las decisiones tomadas en octubre.
También en este capítulo, el italiano ha destacado que la economía de la eurozona se está expandiendo «con solidez», con un crecimiento del 2,5% en 2017 según los datos preliminares de Eurostat. Además, ha recalcado que este incremento se registra también en más del 85% de los sectores.
De la misma forma, ha recordado que el número de empleados ha aumentado en 7,5 millones de personas desde el nivel más bajo de mediados de 2013, alcanzando «el nivel más alto desde la introducción del euro».
NIEGA LA EXISTENCIA DE BURBUJAS
Por otro lado, Draghi ha defendido que no existen «pruebas» que revelen la existencia de burbujas en los mercados financieros de la eurozona y ha argumentado que el aumento en el precio de activos no ha venido acompañado de «un crecimiento excesivo del crédito».
«Los incrementos del precio de activos en los mercados de la zona euro por ahora no han venido acompañados de un crecimiento excesivo del crédito», ha afirmado.
El presidente del BCE ha apuntado que la institución está «supervisando cuidadosamente» el desarrollo de algunos mercados, como los mercados inmobiliarios de algunos Estados miembros y los mercados de bonos corporativos de emisores clasificados como de menor solvencia.
«Aunque el flujo de crédito se ha ido recuperando, las tasas de crecimiento están todavía bastante por debajo de lo que vimos antes de la crisis y en el lado inferior del rango de tasas de crecimiento que hemos visto históricamente durante las recuperaciones. Por lo tanto, no hay pruebas de burbujas sistémicas alimentadas por el crédito», ha explicado.
En cualquier caso, Draghi ha señalado que, a pesar de mejoras en la confianza del mercado y del fortalecimiento de la capacidad de absorber shocks, el sector bancario europeo «continúa enfrentándose a desafíos estructurales».
«Efectivamente, la sobrecapacidad y la ineficiencia de costes siguen pesando en la rentabilidad de los bancos en ciertos mercados», ha indicado, para después añadir que aún debe reducirse el nivel de préstamos fallidos.
NUEVO ENTORNO FINANCIERO
En la misma línea, Draghi ha subrayado que fortalecer la resiliencia del sector financiero europeo también significa «adaptarse a un entorno cambiante». Dentro de este nuevo escenario, Draghi ha nombrado el «papel creciente» de las compañías de ‘fintech’ y las consecuencias de la salida de Reino Unido de la UE.
«En estos momentos no tenemos claridad sobre la forma de la futura relación de Reino Unido con la UE. Las preparaciones bien gestionadas son entonces esenciales para enfrentarse a fricciones en la transición entre la situación actual y el nuevo equilibrio, especialmente en caso de que no haya acuerdo sobre un periodo de transición entre la UE y Londres», ha recomendado.
En cualquier caso, Draghi ha advertido de que las entidades financieras no son los únicos actores que se tienen que preparar para un entorno financiero distinto, sino también los legisladores de la eurozona.
Por eso, ha instado a completar la unión bancaria, mediante la introducción de estándares internacionales y de medidas para reducir los riesgos, así como la creación de un cortafuegos para el Fondo Único de Resolución bancaria y de un fondo europeo de garantía de depósitos.