Los electores suizos se pronunciaron ayer en favor del «fin de la inmigración masiva» por un 50,3% de los votos. Esta proposición de la Unión Democrática de Centro (UDC), el partido que representa a la derecha extrema del país, quiere instaurar cuotas de inmigración y renegociar la libre circulación con la Unión Europea.
Se establecerán cuotas anuales que deberán comenzar a aplicarse en los próximos tres años y que podrían hacer peligrar las relaciones de Suiza con sus vecinos. No se ha acordado aún qué número se fijará en dichas cuotas. El mandato del referendo sólo indica que deben determinarse según “los intereses económicos globales de Suiza y respetando la preferencia nacional”.
Te interesa: Suiza volverá a limitar la entrada de los europeos a su mercado laboral
Para justificar su proposición la UDC ha concentrado sus argumentos sobre la dificultad de la infraestructura suiza de soportar las altas cifras de inmigración. El país posee una tasa del 23,3%. Muy por encima de paises como Alemania con un 9%, Italia con un 8% o Francia con un 6%, según cifras entregadas en marzo por el embajador germano en España, Reinhard Silberberg.
Pérdida de identidad cultural
Las ciudades, donde hay una alta tasa de inmigración, han votado en contra de la medida, mientras que las zonas rurales (alejadas de este fenómeno) han votado en su mayoría que sí.
La UDC argumenta además una lista de problemas que atribuye a la inmigración como la tasa de paro, la bajada de salarios o la criminalidad.
Desde 2007, Suiza aglutina a cerca de 80.000 nuevos inmigrantes por año. Una cifra elavada para un país que cuenta con un total de 8 millones de habitantes.
Te interesa: Londres suspende pruebas para visado de estudiantes por supuesto fraude
El grupo más importante de inmigrantes en el país es el italiano, seguido por los alemanes. España ocupa el tercer puesto en la lista.
Pese a que Alemania es el motor de la economía europea, sólo en 2012, casi 21 mil alemanes probaron suerte en Suiza, el segundo país entre sus preferencias para emigrar, detrás de Estados Unidos.
El perfil del inmigrante suizo es el de arquitecto, ingeniero o personal de administración
El perfil de los inmigrantes de hace 40 años era el de empleados poco cualificados y, aunque actualmente esta figura prevalece entre los recién llegados, ahora comparten protagonismo con los arquitectos, los ingenieros y el personal de administración que demanda en estos momentos el mercado laboral suizo.
La Unión Europea lamentó en un comunicado el resultado de la consulta, y observó que éste “va en contra del principio de libre circulación de personas entre la UE y Suiza”. El pasado mayo, las autoridades suizas aplicaron la misma salvaguarda para los ciudadanos de los ocho países que se incorporaron a la UE en 2004 (con la excepción de Chipre y Malta): Estonia, Lituania, Letonia, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia y la República Checa.
El expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero criticó hoy la iniciativa suiza de introducir cuotas para la inmigración europea y defendió la necesidad de que España y toda la Unión Europea sean ejemplo de respeto de los derechos de los inmigrantes.
ZP interviene y critica a Suiza
«La historia nos juzgará por cómo tratemos a aquellos que vienen a vivir con nosotros», aseguró Rodríguez Zapatero tras participar en un debate sobre este asunto en la sede de las Naciones Unidas.
La única opción para Europa ante los fenómenos migratorios, defendió, es «una gran acción de cooperación al desarrollo que la crisis económica no debe frenar hasta los niveles que está frenando» y, al mismo tiempo, ser «beligerante con el respeto a los derechos humanos», también en tiempos de dificultades económicas.
Rodríguez Zapatero, que reconoció que para las autoridades españolas la gestión de los flujos migratorios pasa por «un equilibrio dificilísimo entre la seguridad y el respeto a los derechos humanos», confió en que el Gobierno dé una información amplia sobre los últimos sucesos registrados en Ceuta.
Consultado también por el resultado del referéndum suizo que aprobó imponer restricciones a los inmigrantes comunitarios, el expresidente aseguró que «obviamente» no le gusta esa posición en un país que está «en el corazón de Europa y tiene compromisos»