El ministro británico de Econonomía, George Osborne, no está dispuesto a tolerar que Escocia mantenga la libra si obtiene su independencia el próximo 18 sde septiembre. Según publica hoy la prensa británica, el Gobierno podría advertir a finales de semana a los escoceses de que no podrán tener una unión monetaria con el resto de Reino Unido si votan a favor en el referendum.
La postura de los conservadores, en respuesta a las afirmaciones del ministro principal escocés, Alex Salmond, de que una Escocia independiente conservaría la libra, está también apoyada por el libertal demócrata Danny Alexander y por el portavoz laborista de Economía, Ed Balls, miembros de las principales formaciones del país. Se espera que cada uno de ellos haga por separado sus advertencias sobre la libra.
Hasta el momento, Osborne había afirmado que la unión monetaria de la libra era “poco probable”, pero ahora está dispuesto a advertir que Reino Unido se negará a esa unión.El independentista Partido Nacional Escocés (SNP, por sus siglas en inglés) quiere mantener la libra si el 18 de septiembre sale ganador el «Sí», y ha dejado claro que la creación de una unión monetaria es un elemento central de su idea de una Escocia independiente. Y ha advertido además que no aceptará su parte de la deuda británica si no se le permite usar la libra en una unión monetaria.
El primer ministro, David Cameron, afirmó hace unos días que la ruptura de la unión de Escocia e Inglaterra, que tiene 307 años, perjudicaría el poder mundial de Reino Unido y pondría en peligro su estabilidad política y financiera.
Aunque según las últimas encuestas, la tendencia a favor de la independencia ha subido cinco puntos, del 32 al 37 por ciento, los sondeos muestran además una mayor preocupación de los escoceses por las consecuencias económicas de una posible independencia.
Según el primer ministro escocés, una Escocia independiente conservará la libra y el Banco de Inglaterra será la entidad de crédito de último recurso.
El mes pasado, el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, advirtió en Edimburgo de que una unión monetaria con el Reino Unido conllevaría para una eventual Escocia independiente «una cesión de soberanía».
El Gobierno británico alerta de que, para depender del Banco de Inglaterra, Edimburgo tendría que ceder control sobre su política monetaria y los tipos de interés.