Pasear en Madrid ha resultado arriesgado este verano si atendemos al hecho de que durante los últimos meses se han desplomado unos veinte ramas de árboles de gran porte -sino troncos enteros- en zonas muy concurridas de la capital. Este miércoles, sin ir más lejos, una rama de 15 centímetros de grosor se desprendió de un árbol situado en célebre plaza del Cascorro -punto de partida del mercadillo de El Rastro– en pleno centro de la ciudad, aunque sin causar daños personales ni materiales. En todo caso, media docena de ciudadanos madrileños han resultado heridos de diversa consideración y dos personas han muerto.
Un sargento condecorado con honores militares por su papel en misiones del Ejército en Kosovo y Líbano perdió la vida el pasado 21 de junio cuando se encontraba jugando con sus dos hijas pequeñas en el parque de El Retiro y le cayó encima una rama de acacia de varios centenares de kilos de peso. Carlos Álvarez, de 38 años consiguió apartar a las niñas pero no pudo evitar el impacto. En la noche del 9 de septiembre un hombre de 72 años se convertía en la segunda víctima mortal por este tipo de insólitos accidentes. Paseaba por el barrio de Santa Eugenia, en la Villa de Vallecas, cuando una rama de gran tamaño se desplomó sobre él golpeandole violentamente en el pecho y la cabeza, matándolo prácticamente en el acto.
El resto de caídas de ramas en la capital han quedado afortunadamente en tremendo susto y en doce heridos. Ante esta »epidemia arbórea» en Madrid cabe preguntarse si estamos ante una misteriosa sucesión de incidentes aislados o si por el contrario existen motivos para la alarma social, no sólo en la capital, sino en el resto de España.
Teinteresa.es ha hablado con los responsables de parques y jardines de las principales ciudades de nuestro país y podemos concluir que los árboles no sólo se desploman en la capital aunque en ningún punto de España se ha producido tal concentración de incidentes a lo largo de 2014. En ninguna otras ciudad de España hemos tenido que lamentar ningún fallecido. A veces es cuestión de suerte, en otras ocasiones, salvo notables excepciones y más allá de la falta de mantenimiento que siempre denuncia la oposición en los respectivos consistorios, vendavales, tormentas y trombas de agua -también hongos e insectos- suelen estar detrás de estos accidentes en otras ciudades. Los árboles rara vez sufren problemas espontáneos como los que están aconteciendo en los últimos tiempos en Madrid.
Accidentes similares en otras ciudades
Problemas con las palmeras en Valencia
Este miercoles, tal y como informa el Inspector Lázaro de la Policía de Valencia, un ciclista que circulaba en el carril bici en el Jardí del Turia de Valencia -a la altura de la calle Burriana- resultó herido en la muñeca por la caída de la rama de eucalipto, provocada, al parecer por el fuente viento que soplaba en la capital levantina.
Una vez más razones meteorológicas explican este accidente que no es la primera vez que sucede en la ciudad de las Fallas. El mismo día en la localidad de Torrent la caída de una palmera de gran altura en la calle Ramón y Cajal ha provocado que la empresa municipal que gestiona el arbolado -Nous Espais- haya puesto en marcha un plan de revisión y poda para alcanzar un diagnóstico fiable del problema concreto de estos árboles tropicales.
A mediados de agosto, se derrumbaba en el barrio de El Cabanyal la tercera palmera en un reducido espacio de tiempo que sólo provocó daños materiales aplastando el techo de uno de los vehídulos estacionados en las inmediaciones. En tres días cayeron tres palmeras -Valencia tiene censadas 22.000 ejemplares- por los estragos causados por golpes de calor; por falta de mantenimiento de acuerdo con la versión de la oposición.
Otra hipótesis hace referencia al picudo rojo una especie de coleóptero que suele arrasar con toda palmera que encuentra a su paso. La alcaldesa Rita Barberá, en este caso, exculpó al insecto. «Las palmeras también sufren golpes de calor», aclaró entonces la primer edil valencia. Por su parte, la concejala de Parques y Jardines de Valencia ha explicado que 6.000 palmeras han sido revisadas desde entonces, una cuarta parte de las registradas por el consistorio. Según, Bernal se han podado 10.000 árboles.
El 3 de septiembre una rama de árbol se desplomó en la calle Calixto III , junto a la Gran Vía-Fernando el Católic, entre dos vehículos allí aparcados, golpeando a uno de ellos. El coche, sorprendentemente resistió el impacto y no sufrió siquiera una abolladura. A pesar de no producir apenas daños, los vecinos de la zona estallaron en cólera. Denuncian que no es la primera vez que se vencen las ramas de estos árboles de la zona, tesis que desmiente la concejalía de Parques y Jardines de Valencia.
En la Comunitat Valenciana, la localidad de Alquás ha sufrido en menos de un mes tres desprendimientos de árboles y ramas; el último el 17 de agosto a las puertas del Mercado Municipal en plena vía pública. Todo quedó en un mero susto.
Accidente aislado en Pamplona
En la capital de Navarra también se han producido accidentes similares a los de Madrid. De acuerdo con la información facilitada por el Ayuntamiento, el pasado diez de marzo un castaño de Indias (Aesculus hippocastanum), un árbol de gran porte, se desplomó sobre las 18 horas en el Parque de los Trinitarios, a apenas veinte metros de la llamada gasolinera de la Discosa. Las ramas llegaron a golpear levemente a dos niños de corta edad y a su madre que se encontraban cerca del ejemplar caído.
Este accidente – que pudo resultar peor- impulsó un análisis del consistorio sobre el estado de este tipo de grandes árboles. Al parecer, el árbol caído no mostraba ninguna señal externa de que sus raíces se estaban pudriendo.
Sustos diversos en Málaga
El pasado 28 de agosto los vecinos de la barriada malagueña de Intelhorce se despertaron con un gran estruendo: la rama de un gran árbol caía con violencia junto a un parque infantil, muy cerca de los columpios. Afortundamente cayó a las nueve de la mañana. A partir de las cinco de la tarde, dicho parque está lleno de niños. De acuerdo con los técnicos municipales, este árbol no sólo había alcanzado los cinco metros de altura, sino que soportaba un peso excesivo de sus ramas, que ya han sido podadas.
El 3 de septiembre una palmera desgajada se derrumbaba sobre el Paseo de España, un lugar donde transitan miles de turistas y ciudadanos. De acuerdo con el testimonio de los vecinos, fue prácticamente un milagro que nadie resultara lesionado.
Estos dos accidentes casi consecutivos ya han tenido su consecuente resonancia en el ayuntamiento malagueño donde la oposición ha denunciado la falta de mantenimiento adecuado.
El cierzo sacude Aragón
El cierzo, un viento fresco y seco originado en el valle del Ebro debido a la diferencia de presión entre el mar Cantábrico y el mar Mediterráneo, suele estar detrás los pocos accidentes de este tipo que se producen en la capital aragonesa. El 16 de septiembre un gran árbol sacudido por el cierzo se desplomó sobre dos coches en la zaragozana calle Matilde Sangüesa sin lamentar daños personales.
Alberto Gascón, responsable del ayuntamiento zaragozano, reconoce «problemas puntuales» no «accidentes» motivados generalmente por el viento. «Ramas se caen en todas partes», asegura. En este sentido, Gascó cree que el Ayuntamiento ha tomado todas las medidas oportunas para evitar desgracias con su arbolado desde el trágico accidente de la «Cincomarzada», una fiesta popular que conmemora un fallido ataque carlista a Zaragoza que tuvo lugar el 5 de marzo de 1838. El Parque del Tío Jorge era su escenario de celebración habitual. Los zaragozanos celebraban allí su heroíco comportamiento durante esta batalla de la Primera Guerra Carlista, con comida y bebida traída por desde casa. En 2006 una rama zarandeada por el cierzo se desprendió y mató a una persona. Desde entonces, la festividad se celebra en el Parque del Oriente.
«Desde entonces el ayuntamiento revisa minuciosamente los árboles, con podas selectivas antes de primavera que es cuando más sopla el cierzo» aclara Alberto Gascón. «Muchos árboles se talan por seguridad, a pesar de que los vecinos y los ecologistas tienden a protestar», relata. En este sentido, cabe destacar que la capital de Aragón tiene más de un millón de árboles de gran porte «pero no tan grandes como las sabinas y plataneros de Madrid», subraya el responsable municipal.
Gascón achaca al viento y las tormentas los problemas arbóreos de Aragón, tal y como ocurrió en Huesca el pasado 8 de septiembre. Una tromba de agua provocó la caída de muchas ramas y árboles. Afortunadamenta, caía tal cantidad de agua que todo oscense permanecía resguardado en casa.
En Cáceres «no chispea, diluvia»
Los responsables de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Badajoz aseguran no tener constancia de que ningún accidente con ramas de árboles a pesar de que «llueve mucho en poco tiempo», aunque en Caceres no pueden decir lo mismo. «Aquí no chispea, diluvia» dicen desde el consitorio cacereño. Sin embargo, tampoco constan daños humanos, «quizás ramas que caen sobre coches«, tal y como ocurrió con la tormenta perfecta que sacudió la ciudad el 27 de enero de 2013. Como en Huesca, el hecho de que todo cacereño se refugiara en su casa evitó cualquier desgracia. Desde el ayuntamiento de Cáceres insisten en que los árboles ancianos son retiradas en el momento oportuno.
No obstante, el temporal que sacudió la provincia el 16 de septiembre sí provocó la caída de un árbol en el municipio de Logrosán frente a una discoteca de verano, mantieniendo cerrado el acceso durante varias horas.
Galicia, pasada por agua
En la capital gallega, A Coruña, de acuerdo con la versión dada por la concejalía de medioambiente no consta ningún accidente como los de Madrid. Sin embargo, la inestable climatología gallega sí ha provocado problemas en la comunidad a lo largo de este año. Este 18 de septiembre los fuerte vientos provocaron la caída de un árbol de mediano tamaño cerca de la protectora de animales de Bueu en la provincia de Pontevedra. «Hace dos años tuvimos problemas por las ciclogénesis explosivas que había y algún verano también ha caído alguna rama aislada en verano por los vientos del norte, pero nada grave», explica el Técnico de Jardiens de Pontevedra, Manuel Fontá y añade que «tenemos que vigilar lo máximo que podamos, porque las ramas tienen »vicios ocultos», que son los problemas internos que pueden tener como por ejemplo que estén secos, y eso nos crea incertidumbre».
En Lugo una rama de un árbol, situado en el Antiguo Hospital de la Xunta se cayó ayer sin causar daños, ya que según explican desde el consistorio, «se encuentra en un lugar bastante abandonado y por el que no pasa mucha gente».
Vendavales en la Mancha
No hubo que lamentar daños personales en el accidente arbóreo más grave que aconteció en La Mancha. Un árbol entero se desplomó desde sus raíces el pasado 20 de agosto contra la fachada de una guardería en Ciudad Real. La fortuna quiso que el árbol se desplomara en verano y a primera hora de la mañana en una zona concurrídisima en periodo escolar.
Por su parte desde la capital manchega, Toledo, reconocen que el viento si ha desgajado alguna rama y la ha estrellado contra la acera, pero subrayan que no se ha producido ningún desplome de carácter «espontáneo» como en Madrid. Siempre aluden a circunstancias meteorológicas como la tormenta que tuvo lugar el 3 de septiembre en Villacañas que a su paso dejó varios árboles caídos.
El sol de Andalucía no evita accidentes
Aunque en la soleada Sevilla capital no constan oficialmente accidentes de este tipo, en sus inmediaciones no pueden decir lo mismo. Por ejemplo en Utrera donde el 15 de septiembre un árbol de grandes dimensiones cayo junto a la entrada del parking de la estación, casuando varios destrozos en los vehículos que se encontraban allí aparcados.
Un día después de acuerdo con la definición del alcalde de Cortegana «un tornado» pasó por la localidad onubense. Varios árboles cayeron como consecuencia del viento.
En Jerez un grupo de amigos que disfrutaba de una noche de verano en una terraza todavía sigue recuperándose del susto que padecieron el pasado 10 de agosto. Era la una menos cuarto cuando una rama se desprendió y golpeó sobre la cabeza de un joven de 18 años provocándole varios puntos de sutura. A las pocas horas del incidente el ayuntamiento anunció estaba previsto iniciar las labores de poda integral y que así lo advertían ciertos carteles informativos, algo que los jóvenes niegan. Los juzgados dirimirán quien tiene la razón en este asunto.
Por su parte, los responsables municipales del Ayuntamiento de Córdoba sí reconocen la caída de ramas y algunos daños materiales pero insisten enfáticamente en que «como en Madrid no». De hecho, este 18 de septiembre las fuertes lluvias que dejaron 61 litros de agua en la antigua capital del califato provocaron la caída de un árbol sobre el cerramiento de la Ciudad de los Niños en la avenida Linneo y por la caída de ramas sobre vehículos de la calle Motril y Diego Serrano, además de en las calzadas de Ollerías y Antonio Machado.
Ese mismo día, el viento arrancó de sus raíces un arbol que cayo sobre la calzada de la Avenida de Huétor Vega en la provincia de Granadam, colapsando el tráfico durante varias horas pero sin lamentar ninguna desgracia.
Los pinos de Valladolid
Desde el ayuntamiento de Valladolid apuntan dos incidentes. El primero acontecido el 27 de enero cuando unos pinos demasiado altos se desplomaron sobre la zona de la Vera junto al antiguo psiquiátrico. Un accidente similar al ocurrido el 10 de julio, también con pinos, en el barrio de los Tajadillos. En ningún caso hubo que lamentar heridos.
Cuatro días antes un árbol de considerables dimensiones caía la vía pública y ha causado daños en la valla del colegio público Gonzalo de Córdoba, en cuyo interior estaba plantado.
No constan incidentes en otras capitales de provincia
En el resto de capitales de pronvicia de España, Teinteresa.es ha hablado con los técnicos de Parques y Jardines y no les consta que se hayan registrado incidentes ni con las ramas ni con los árboles de los municipios.