Rusia ha interrumpido desde este lunes el suministro de gas a Alemania durante 10 días por el mantenimiento de la planta de Nord Stream 1, en el mar Báltico. Se trata de la conexión más importante y está previsto que se retome la actividad la mañana del 21 de julio. Esta instalación ya está funcionando al 4o% de su capacidad.
Además, Gazprom, la empresa estatal rusa ya había reducido considerablemente el suministro al norte de Alemania asegurando que había retrasos en las obras de reparación, por lo que algunos trabajadores han manifestado que temen que en el contexto de la guerra con Ucrania la actividad no se retome finalmente.
Según informan, durante estos días se revisarán sistemas de protección contra incendios y gas. Por otro lado, Moscú ha señalado a occidente y las sanciones impuestas por la ofensiva contra Ucrania como las responsables de los retrasos en suministros, unas afirmaciones que Olaf Scholz, canciller alemán, se ha apresurado a desmentir.
Eni, empresa de hidrocarburos italiana, también ha asegurado en su web que «Gazprom anunció que para hoy suministrará a Eni volúmenes de gas de alrededor de 21 millones de metros cúbicos/día, frente a una media de alrededor de 32 millones de metros cúbicos/día en los últimos días», reduciendo hasta en un tercio el suministro habitual, por lo que se teme que Rusia utilice los suministros para presionar políticamente.
Actualmente, Alemania intenta reducir su dependencia energética del país.