El rector de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), Carlos Conde, ha dicho hoy, en el acto de apertura oficial del curso académico 2013-2014, que las seis universidades públicas de la región «no pueden soportar ningún envite más», ni de recorte de recursos ni de subida de las tasas.
En su discurso, el rector de la Politécnica ha afirmado que «el curso se presenta cargado de incertidumbre y desasosiego» y que la universidad está «en una situación límite y con más necesidad que nunca del apoyo y la comprensión de las máximas autoridades nacionales y madrileñas».
Conde ha anunciado que los consejos de gobierno de las seis universidades públicas madrileñas realizarán un acto conjunto en torno al 8 de octubre para exigir que se revierta esta situación, y ha asegurado que éste es «el período más difícil» para ellas en la historia reciente.
Ha declarado que la comunidad universitaria se queda «perpleja» cuando, mientras se les está pidiendo enormes sacrificios, se «ningunea a sus legítimos representantes», lo que no hace más que «crispar los ánimos».
Un «ninguneo», ha añadido, que contrasta con «la buena imagen y muy alta estima» que tienen los ciudadanos de las universidades y sus docentes según los últimos barómetros.
Ha exigido que los cambios necesarios de la reforma universitaria que prepara el Ministerio de Educación se hagan con el «mayor consenso posible» entre las autoridades y la comunidad universitaria y ha reclamado a todos «sabiduría» y «altitud de miras».
«Exigimos que no se enfoque la educación como mero gasto», ha dicho antes de parafrasear al exministro de UCD Jaime Lamo de Espinosa para decir que «es difícil pensar que no hay otras partes de los Presupuestos en que recortar antes que en educación», en un país donde hay entre 200.000 y 400.000 políticos, y 17 comunidades autónomas que «legislan de distintas maneras sobre las mismas materias».
Tras calificar de «absurda medida la tasa de reposición del 10%, que se toma sin ningún otro criterio que la reducción del personal fijo, cercenando la entrada necesaria de savia nueva», ha criticado el nuevo sistema de becas, que afectará a «unos 20.000 alumnos», y ha llamado a «no dejar fuera de la universidad a ningún estudiante con capacidad por motivos económicos».
En Madrid, con las tasas más altas de España, ha lamentado que «el diálogo habido no fuera suficiente para parar la subida», cuyo decreto los rectores están «impugnando y solicitando que se derogue», y ha pedido a la Consejería de Educación que «desarrolle ya el plan» que anunció para estudiantes sin recursos.
«Todas las universidades madrileñas estamos al límite, como la mayoría de las españolas, salvo quizás alguna excepción», ha dicho para luego lamentar que «se nos acusa de no estar entre las cien primeras de los ránking internacionales», y ha considerado que, dada la escasez de recursos, «hay que celebrar que haya tres universidades españolas entre las 200 mejores del mundo», según el ránking QS.
Se ha referido al informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo, del pasado julio, que dice que «es imperativo» revertir las reducciones presupuestarias de las universidades y «evitar al máximo las medidas de ahorro transversales común para todas».
A su juicio, el sistema universitario madrileño sigue a la cabeza de las CCAA, pero «va perdiendo el liderazgo indiscutible», y ya es segundo en número de estudiantes y en captación de proyectos de investigación, por ejemplo los del CDTI.
Las universidades madrileñas «desconocen a día de hoy a cuánto ascenderán los recortes este curso» y están a la espera de que la Consejería se lo comunique, lo que está generando «incertidumbre y desasosiego».
«Creo que ninguna universidad pública nos planteamos en estos momentos volver a tocar nada las plantillas. Además, no podemos porque la actividad no se podría asumir. Quiero transmitir un mensaje de tranquilidad», ha dicho tras el acto, aunque confía «en la sensatez del Gobierno madrileño para no aplicar más recortes donde no se debe».
Conde ha remarcado que los rectores entienden los «tremendos» recortes que Madrid ha sufrido en la financiación autonómica, y que a nivel regional «hay un diálogo, otra cosa es que se les haga caso» a los rectores, mientras que en el ámbito nacional «este diálogo, lamentablemente es bastante peor, menos intenso».
Ha reclamado «una participación activa de las universidades para lograr el mayor consenso posible en el nuevo modelo» que prepara el Ministerio en la reforma.
Hay que avanzar en la «simplificación de las estructuras, de títulos, de centros y departamentos, tratando de hacer estructuras que tengan, por un lado, más tamaño y sean, a la vez, menos y más ágiles para poder atender toda la actividad», según Conde.