Estas solicitudes de ayuda a los servicios de asistencia a víctimas de violencia de género, declarados esenciales durante la emergencia del COVID-19, incluyen las llamadas y consultas online al 016 y servicio de Whatsapp, servicio esencial todos los servicios de asistencia integral a las víctimas de violencia contra las mujeres.
El Ministerio de Igualdad impulsó un Plan de Contingencia contra la violencia de género ante esta situación de emergencia. El Plan de Contingencia desarrollaba una serie de medidas de carácter estratégico y operativo para «ayudar a prevenir, controlar y minimizar las posibles consecuencias negativas en las vidas de muchas víctimas de violencia de género a raíz de las medidas de confinamiento», según explicaban.
Como parte del plan de contingencia, reforzado con la aprobación del RDL, se declaró servicio esencial todos los servicios de asistencia integral a las víctimas de violencia contra las mujeres. De esta manera tanto el teléfono del 016, como las consultas online, han seguido funcionando con normalidad las 24 horas del día, todos los días de la semana. Al 016 también se sumó por primera vez un servicio de chat a través de mensajería instantánea con psicólogas expertas en violencia de género de apoyo emocional y psicológico.
Según informan en un comunicado,»las peticiones de ayuda a los servicios de asistencia a víctimas de violencia de género, que incluyen las llamadas y consultas online al 016 y servicio de Whatsapp, se elevan hasta las 18.700 desde el inicio del confinamiento. Todo ello supone un aumento del 61,56% al haber registrado 7.125 peticiones más respecto al año anterior. En el mismo periodo de 2019, del 14 de marzo al 15 de mayo, las mujeres atendidas fueron 11.575″.
Sobre estos nuevos datos, la Delegada del Gobierno Contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha manifestado que «el incremento de las llamadas y las consultas pertinentes al 016 sigue siendo muy llamativo». La disminución en la comparación entre la primera quincena de abril y mayo «es tan ligera que sigue corroborando la necesidad de estos servicios esenciales».
Para Rosell es posible que este pequeño descenso se dé «porqué desde el 11 de mayo muchas mujeres en fase 1 tienen algo de desahogo». A pesar de ello, la Delegada alerta de que «esto no solo no tiene que llevarnos a relajar las exigencias», sino que impone «planificar la fase siguiente de desescalada o de salida», lo que implica no solo a los servicios sociales de atención integral a la víctimas de violencia de género, «sino también garantizar su acceso seguro a la justicia, y el deber de detectar los casos que no se denuncien a través de sanidad, servicios sociales y la colaboración ciudadana».