Mañana comienza la operación salida de la Navidad y hay que tener cuidado en las carreteras. Sobre todo habrá que tener precaución con el hielo, las nieblas en el interior y las lluvias en el norte. El director de Sirimiri Consulting, Eduardo Román, explica que mañana, al contrario que hoy, será un día estable en la mayor parte de la península con grandes claros.
«El día estará marcado por el frío y por las fuertes heladas», destaca Román. Por ello, aquellos conductores que este viernes se echen a las carreteras para viajar tendrán que tener cuidado para evitar accidentes ya que estas condiciones meteorológicas pueden alterar de forma significativa la conducción produciendo fatigas y aumentando la tensión nerviosa de los conductores. Todo esto lleva consigo una disminución de la atención.
Desde la Dirección General de Tráfico (DGT) señalan que estos se pueden superar teniendo siempre presente las dos reglas básicas para la conducción en esta época que son: la prevención y la prudencia, que nos permitirán circular por carretera en las mejores condiciones de Seguridad Vial.
El hielo, el mayor enemigo
La tónica de este viernes será el frío y las heladas por lo que hay que tener mucha precaución con el hielo. Es esencial en estas circunstancias saber reconocer con anticipación los tramos o zonas con hielo para no tener que utilizar los frenos. Algunos signos que detectan su presencia en la carretera pueden ser:
– Hielo sobre el parabrisas.
– Humedad alta y sol brillante.
– Existencia de zonas blanquecinas de escarcha o hielo en aledaños a la calzada.
Es vital mantener una velocidad muy reducida para evitar deslizamientos. Además hay que frenar suave por si el nivel de adherencia a la calzada es nulo.
Para evitar que los cristales se congelen hay que poner anticongelante en el depósito del parabrisas. También es importante aumentar la distancia de seguridad hasta 10 veces más de lo normal.
En caso de ser necesario, hay que utilizar neumáticos especiales, cadenas o clavos. Lo más recomendable en el caso de que no nos quede más remedio que frenar, es usar el propio motor del coche para detenerlo. Para pisar el pedal de freno, hay que intentar hacerlo con las ruedas rectas para en ningún momento perder el control del vehículo.
Si te encuentras dentro de una placa de hielo, ¡no frenes! sobre todo si tu coche no está equipado con un sistema de antibloqueo de frenos. Si realizas un freno muy brusco te puedes ver en dos situaciones: un sobreviraje (se bloquean las ruedas traseras) o un subviraje (deslizan las ruedas delanteras). Lo mejor para salir del hielo es que mantengas una velocidad constante sin dar grandes frenazos.
En caso de quedarse atascado en la nieve hay que intentar balancear el coche hacia delante y hacia atrás utilizando la segunda marcha y la marcha atrás repetidas veces.
En las carreteras del Norte peninsular, cuidado con las lluvias
¿Qué pasa cuando llueve? Los coches pierden adherencia, el conductor tiene problemas de visibilidad y puede sufrir cierta fatiga, y se recorta la distancia de seguridad con respecto a los otros vehículos. Por estas circunstancias, los chubascos se consideran un factor de riesgo al volante. Para reducir el efecto de los chubascos, los expertos en seguridad vial aconsejan tres acciones: disminuir la velocidad; aumentar la distancia de frenado, y encender el alumbrado.
Sobre la velocidad, la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) recomienda que se reduzca como mínimo diez kilómetros/hora, ya sea en una autovía o carretera secundaria. Los limitadores de velocidad son útiles en estos casos; además de que el conductor ahorra en combustible, va a circular más tranquilo porque será advertido cuando supera el límite.
También propone aumentar a tres segundos la distancia de seguridad y tomar como referencia en la carretera una marca vial. Hay que recordar que es obligatorio encender las luces de posición y de cruce, y la luz antiniebla trasera, aunque esta última es preferible no usarla en poblado o en una retención porque deslumbra.
Cuando la lluvia es intensa también se puede producir el »aquaplanning», esta situación se produce cuando el agua situada entre el neumático y la superficie de la carretera no puede ser desplazada. El neumático pierde el contacto con el suelo y su poder de tracción, llegando a no responder a los giros del volante, a los frenos, al acelerador…
Según la DGT, cuando un coche atraviesa un charco de grandes dimensiones, por ejemplo, de 30 centímetros de altura, la fuerza de la corriente se incrementa en 225 kilos y la velocidad de ese flujo de agua puede llegar a los 20 kilómetros por hora. En caso de una riada, Tráfico recomienda al conductor que salga por el lado contrario al sentido de la corriente y trate de escapar nadando, o se coloque en la cubierta del vehículo y espere el momento más oportuno para escapar.
Para los novatos, el colectivo de autoescuelas propone que utilicen las dos manos para sujetar el volante, ya que así se controla mejor la dirección del vehículo.
En el interior peninsular, precaución con las nieblas y brumas a primera hora
El director de Sirimiri Consulting advierte que en el interior de España es muy posible que se produzcan nieblas y brumas, sobre todo a primeras horas de la mañana. En caso de que se den estas circunstancias es importante encender las luces de cruce y alumbrado antiniebla (Regla esencial “ver bien y ser visto”).
También hay que adaptar la velocidad y la distancia de seguridad con el vehículo delantero en función de la visibilidad (Regla de las 3V, es la medida a respetar con niebla): Regla de las 3V = Visibilidad (V) = Velocidad (V) = Vehículo delantero (V).
Ejemplo: Visibilidad (50 metros) = Velocidad (50 Km/h) = Vehículo delantero a 50 metros.
Antes de salir de viaje los conductores deben comprobar el funcionamiento de los limpiaparabrisas. En carretera hay que evitar frenar bruscamente y evitar adelantamientos.
En caso de cualquier incidencia en carretera, encender inmediatamente los intermitentes de emergencia, faros y alumbrado antiniebla.
Cuando la niebla sea muy densa, tomar como referencia las marcas viales de la derecha de la calzada. En autopista y autovía circular siempre por el carril derecho.