Podemos enfrenta este fin de semana su futuro en la Asamblea Ciudadana que reunirá en Madrid a miles de simpatizantes de la formación en una reunión clave para definir su estructura organizativa y sus objetivos. Y lo hace, como abiertamente ha quedado de manifiesto en las últimas semanas, con varios focos calientes: la figura del secretario general defendida por el equipo de Iglesias, su reducido Consejo de Organización, formado por un máximo de quince personas, y una negativa férrea a concurrir en los próximos comicios locales.
Las cuestiones centran desde que fueran planteadas en su borrador inicial, los debates internos y evidencian la heterogeneidad y los desacuerdos que componen el mosaico de Podemos.
Pero, pese a los reiterados desacuerdos expresados por los distintos equipos de trabajo, el grupo promotor no ha cedido por el momento en su decisión de no presentarse a las municipales con siglas propias y reitera que, de hacerlo, la concurrencia será bajo el paraguas de formaciones aglutinantes como Ganemos, a día de hoy presente en un reducido número de capitales de provincia y que en la práctica funciona más como un movimiento asambleario que como un partido.
Iglesias ha dejado expirar el plazo previsto para la presentación definitiva de los borradores, que concluía en la medianoche del miércoles, sin mover pieza hacia el entendimiento y sin ceder tampoco en sus líneas rojas, mientras en paralelo han ido surgiendo varios movimientos defensores de la opción municipalista. En ese frente participa José Antonio Errejón Villacieros, padre de uno de los cabezas visibles del núcleo de Iglesias, Íñigo Errejón, quien fuera responsable de campaña de Podemos durante las europeas.
En contra de la postura de su hijo, José Antonio Errejón, que milita en Izquierda Anticapitalista, es uno de los firmantes de la propuesta avalada por el Círculo de Economía, Ecología y Energía y que en las últimas horas se ha sumado a la iniciativa “Construyendo Pueblo”.
Esta plataforma, en la que se engloban además los borradores procedentes de varios distritos de Madrid y también de Ciudad Real o Chiclana (Cádiz), defiende que los comicios municipales y autonómicos son una “oportunidad histórica” para que la ciudadanía empiece a construir “desde abajo” un proceso constituyente y que por lo tanto, deben ser los círculos territoriales de Podemos los que decidan si presentarse o no en sus correspondientes ámbitos y de qué forma.
«Ninguna instancia ajena puede hacer mejor el análisis concreto de esa realidad que quienes la viven en una población o autonomía», reza el texto de su propuesta, que competirá este fin de semana con la del líder de Podemos, Pablo Iglesias. “Si hay que desalojar a la casta, hay que empezar por uno de sus principales escondrijos», que es, a su juicio, «la administración local».
«Obviar las elecciones municipales y autonómicas sería olvidar por un lado las aspiraciones e ilusiones de centenares de miles de personas que ven en esos comicios la primera gran ocasión de comenzar a desalojar de las instituciones a la casta y, en segundo lugar, sería equivalente a pensar que el electorado va a esperar pacientemente un año y medio a Podemos en la cita de las generales sin demandarle avances previos mientras las cosas siguen gobernadas por los mismos», advierten en el texto.