Cuando llueve en la carretera, los coches pierden adherencia, el conductor tiene problemas de visibilidad y puede sufrir cierta fatiga, y se recorta la distancia de seguridad con respecto a los otros vehículos. Por estas circunstancias, los chubascos se consideran un factor de riesgo al volante. Para reducir el efecto de los chubascos, los expertos en seguridad vial aconsejan tres acciones: disminuir la velocidad; aumentar la distancia de frenado, y encender el alumbrado.
Sobre la velocidad, Roberto Ramos, responsable de seguridad vial de la Confederación Nacional de Autoescuelas (ha editado una guía de consejos), recomienda que se reduzca como mínimo diez kilómetros/hora, ya sea en una autovía o carretera secundaria. Los limitadores de velocidad son útiles en estos casos; además de que el conductor ahorra en combustible, va a circular más tranquilo porque será advertido cuando supera el límite.
También propone aumentar a tres segundos la distancia de seguridad y tomar como referencia en la carretera una marca vial.
Los expertos recuerdan que cuando la lluvia es muy intensa, además de reducir la velocidad para evitar el »aquaplanning», es obligatorio encender las luces de posición y de cruce, y la luz antiniebla trasera, aunque esta última es preferible no usarla en poblado o en una retención porque deslumbra. También es necesario que el conductor emplee chalecos reflectantes si sale del vehículo en un lugar indicado para el estacionamiento o la parada.
Según la DGT, cuando un coche atraviesa un charco de grandes dimensiones, por ejemplo, de 30 centímetros de altura, la fuerza de la corriente se incrementa en 225 kilos y la velocidad de ese flujo de agua puede llegar a los 20 kilómetros por hora. En caso de una riada, Tráfico recomienda al conductor que salga por el lado contrario al sentido de la corriente y trate de escapar nadando, o se coloque en la cubierta del vehículo y espere el momento más oportuno para escapar.
Para los novatos, el colectivo de autoescuelas propone que utilicen las dos manos para sujetar el volante, ya que así se controla mejor la dirección del vehículo.
Los especialistas en seguridad vial dan otros consejos ante un viaje de largo recorrido: no comer abundantemente antes de conducir; no circular durante más de dos o tres horas seguidas y hacer descansos de 20 minutos; comprobar la presión de los neumáticos y recordar que deben tener una profundidad mínima de 1,6 milímetros en su banda de rodadura; y no cargar con demasiado equipaje el coche.