López ha comparecido hoy ante los medios de comunicación, en los pasillos del Parlamento Vasco, para referirse a la polémica desatada después de que el Gobierno riojano decidiera dejar de atender a los pacientes de la Rioja alavesa.
El lehendakari ha dicho que la posición del ejecutivo riojano y, especialmente, de su presidente es «totalmente inadmisible», porque atenta contra el derecho a una prestación sanitaria universal.
Ha explicado que la postura de Sanz no es nueva, porque ha «hecho de su particular guerra a lo vasco, de su sentimiento antivasco, su base electoral», aunque ha apuntado que puede haber otras «razones ocultas» en esta última polémica.
Se ha referido a la última propuesta de La Rioja para cerrar un acuerdo que contemplaba la petición de que el sistema sanitario vasco se hiciera cargo de unas 500 interrupciones voluntarias de embarazo de riojanas.
El lehendakari ha manifestado que «parece que no le gusta (a Sanz), que las mujeres de su comunidad puedan abortar, tal y como recoge la ley, y como legalmente no puede impedirlo, al menos quiere que no lo hagan en su territorio».