Es 21 de diciembre y los catalanes acuden a las urnas, unas elecciones que probablemente son las más anómalas de los últimos años. Con algunos candidatos en prisión, otros fugados en Bélgica y otros señalados por la justicia, los ciudadanos de Cataluña están preparados para elegir al próximo Parlament de Cataluña.
Estas elecciones representan el final de un proceso largo que llegó a su etapa más intensa a principios del mes de septiembre y culmina con unos comicios que han tenido que convocar Moncloa tras las irregularidades cometidas desde la Generalitat de Cataluña. Estas han sido algunas de las fechas más destacadas de un proceso que comenzó en la sede de la soberanía del pueblo de Cataluña y que ha terminado con sus líderes ante la justicia.
6-S y 7-S: Se aprueban las leyes de desconexión
El procés se convirtió en una realidad en tan solo 48 horas. Dos leyes se aprobaron en el Parlament de Cataluña que dieron el pistoletazo de salida a un camino que comenzó mucho antes: la ley del referéndum y la ley de transitoriedad. Los días seis y siete de septiembre, Junts Pel Sí y la CUP aprobaron en bloque ambos textos sin ni siquiera la presencia de la oposición en la Cámara
La primera de ellas ponía en marcha los mecanismos para celebrar el polémico referéndum del primero de octubre; la segunda marcaba los mecanismos que se pondrían en marcha en caso de que el sí ganara el plebiscito. Ambos plenos se alargaron hasta altas horas de la noche tras los intentos de la oposición por evitar la votación.
Ambas leyes tuvieron una respuesta inmediata por parte del Ejecutivo español lo que llevó la cuestión catalana, una vez más, ante el Tribunal Constitucional que suspendió de forma cautelar ambas leyes. Dos fechas que pusieron sobre el papel, de forma oficial, el camino hacia la independencia.
20-S: El gobierno intenta desactivar el referéndum
La Guardia Civil llegaba a primera hora de la mañana del 20 de septiembre a la consellería de Economía para realizar un registro e intentar descabezar la organización del referéndum en el marco de la llamada ‘Operación Anubis’. La consecuencia más directa: la detención del número dos de Oriol Junqueras, Josep María Jové Lladó. En ese registro se requisó una agenda que ha servido para conocer con detalle cada una de las reuniones que mantuvieron los organizadores del 1-O.
Cuando se hizo público que se estaban produciendo los registros, centenares de personas se manifestaron a las puertas de la consellería para protestar lo que entendían que era un “ataque contra la democracia”. Convocados por la ANC y Òmnium Cultural, cientos de personas aguantaron durante horas y escucharon atentamente a los líderes de ambas asociaciones que subidos en un coche instaron a los manifestantes a expresarse.
Un gesto que les ha llevado a prisión, acusados de un delito de sedición. Jordi Sánchez y Jordi Cuixart continúan en la cárcel, en prisión preventiva. Esa misma noche, los Mossos d’Esquadra tuvieron que escoltar a los agentes de la Guardia Civil para que pudieran abandonar la consellería de Economía tras los registros.
1-O: Referéndum de independencia
A pesar de que ambos textos se tumbaron, de que el Gobierno central de Rajoy insistió en que “no se celebraría el referéndum” y de que la oposición repitiese una y otra vez de que se trataba de un plebiscito ilegal las urnas llegaron. Los colegios electorales se abrieron el 1 de octubre y la ciudadanía catalana votó en unas condiciones inimaginables para muchos.
La Policía Nacional intervino desde primera hora, por orden judicial, para requisar todo el material electoral y se produjeron cargas policiales que llegaron hasta la prensa internacional. Aquí en España, todos los periódicos abrían sus ediciones con las imágenes de las fuerzas de seguridad cargando contra los vecinos que intentaban asegurar que el referéndum se celebrase.
Desde la Generalitat de Cataluña se intentó mostrar que se trataba de una jornada electoral normal pero no se votó como cualquier otro domingo. Movilización social, presión política y una ciudadanía polarizada marcaron una jornada que será recordada durante muchos años. Una fecha que ha marcado los siguientes pasos hasta la celebración de estas elecciones.
16-O: Los Jordis a prisión
Los líderes de la ANC, Jordi Sánchez, y de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, tuvieron que responder ante la justicia por un delito de sedición. Ante la Jueza Carmen Lamela de la Audiencia Nacional, los líderes de las principales asociaciones independentistas de Cataluña explicaron su actuación los días 20 y 21 de septiembre, cuando la Guardia Civil llevaba a cabo la Operación Anubis.
Ante la consellería de Economía, ambos líderes lideraron las manifestaciones contra los registros y ante la jueza no quisieron responder. Cuixart solo respondió a las preguntas de su abogado para hacer hincapié en que fueron movilizaciones completamente pacíficas sin motivación de impedir nada.
Para la jueza se trata de un claro delito de sedición por el carácter tumultuario de las movilizaciones así que decidió enviarles a prisión. A pesar de que ambos han recurrido la medida preventiva todavía siguen en la cárcel.
27-O: El Parlament proclama la independencia de Cataluña
El Parlament proclamó la independencia de Cataluña de forma unilateral el 27 de octubre de 2017. La DUI ya era una realidad y el proceso continuó. Fue una jornada tensa y larga con grandes dudas sobre lo que ocurriría.
A primera hora de la mañana el president, Carles Puigdemont, convocaba a los medios para una rueda de prensa en la que según muchas fuentes anunciaría un adelanto electoral y evitaría que Rajoy fuese quién convocase los comicios. Desde que esas informaciones se publicaran, Puigdemont fue señalado como traidor y las presiones no cesaron.
Minutos antes de la comparecencia, el president anunció que cancelaba su cita con la prensa y que iría al pleno del Parlament, un Parlament que horas más tarde tras una votación en urna, sin el bloque constitucionalista presente, proclamó la independencia de Cataluña.
28-O: Rajoy aplica oficialmente el artículo 155
El sábado 21 de octubre en una rueda de prensa el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció las medidas que pondría en marcha contra la Generalitat de Cataluña tras la escalada constante de tensión entre ambas administraciones. El Ejecutivo aplicaba por primera vez en la historia el artículo 155 de la Constitución.
El presidente informó de las medidas concretas que aplicaría: cesar a todo el Govern, disolver el Parlament y convocar elecciones en un plazo de seis meses. Horas más tarde se conoció la fecha concreta, primer día posible asumiendo los plazos.
30-O: Puigdemont se fuga Bruselas
El 30 de octubre, cuando parecía imposible que la sorpresa continuara aumentando, conocimos que el president cesado de la Generalitat, Carles Puigdemont, había viajado a Bélgica, lo que implicaba que no acudiría a su cita con la justicia.
Todo el Govern estaba citado ante la Audiencia Nacional acusados de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos. Pues bien, él junto con otros exconsellers viajaron a Bruselas y continúan allí. Algunas fuentes llegaron a apuntar que podrían pedir asilo político.
3-N: Junqueras y los exconsellers se van a prisión
El Govern al completo tuvo que explicar ante la justicia su actuación en los preparativos del 1-O. Junqueras y el resto de exconsellers se enfrentan a los delitos de malversación de fondos públicos, rebelión y sedición.
La huida de algunos de sus compañeros y de Puigdemont sirvió para que la jueza Carmen Lamela aplicara medidas preventivas y les enviara a prisión. Semanas más tarde, todos salieron tras depositar una fianza de 100.000 euros; excepto el líder de ERC, Oriol Junqueras, y el conseller de Interior Joaquim Forn. El juez considera que la reiteración delictiva es mucho más probable en estos casos.