Los diputados de ERC en el Parlament han decidido renunciar a su paga extra, y han propuesto al Govern una serie de medidas alternativas, entre otras, suprimir los complementos salariales como el de dedicación de los altos funcionarios, fijar un salario máximo para éstos o eliminar dietas.
En rueda de prensa en el Parlament, la portavoz del grupo de ERC, Marta Rovira, ha explicado que su partido ha comunicado hoy a la Mesa la decisión de sus veintiún diputados de renunciar a la paga extra, después de que el Govern haya aprobado un nuevo recorte salarial para los empleados públicos catalanes.
El Consell Executiu ha aprobado en su reunión de hoy la supresión del equivalente a una paga extra a los empleados públicos ya que «no tiene margen de maniobra», según ha informado el conseller de la Presidencia y portavoz del Govern, Francesc Homs, medida que supondrá un ahorro de unos 730 millones de euros en el capítulo de personal.
La portavoz de ERC ha reclamado al resto de grupos en la Cámara catalana que hagan lo propio renunciando a su paga como medida de «ejemplaridad» aunque, de hecho, la Mesa está estudiando esta cuestión desde hace días.
Rovira, además, ha advertido al Govern de que ERC «no le dará su apoyo» en esta cuestión si los recortes no van acompañados de otras medidas para racionalizar los presupuestos y evitar así futuros recortes.
En este contexto, ERC ha trasladado al Ejecutivo catalán una batería de medidas como que el recorte de la paga extra sea progresiva y no lineal, que queden excluidos los mileuristas, así como estudiar la posibilidad de suprimir complementos salariales como el de dedicación especial de altos funcionarios, fijar un salario máximo para éstos y eliminar dietas e indemnizaciones.
Por su parte, el portavoz del PSC, Maurici Lucena, ha calificado este recorte salarial de «injusto» y «drástico», al tiempo que ha recriminado al Ejecutivo catalán que esta medida no se haya debatido en el seno de los presupuestos para 2013.
Desde el PPC, su portavoz, Enric Millo, ha acusado al Govern de estar «declarando la guerra» a los empleados públicos con esta medida, que ha tildado de «error».
Para el dirigente popular, el Gobierno catalán está aplicando las políticas de austeridad de forma «chapucera» cuando, ha dicho, se podría reducir el tamaño de la administración.
El portavoz adjunto de ICV-EUiA, Joan Mena, ha expresado su preocupación por la «espiral» del Govern con este nuevo «tijeretazo», que, a su juicio, traspasa las líneas rojas al hacer que los empleados públicos asuman «de nuevo» los costes de la crisis.
Por su parte, Jordi Cañas, portavoz de Ciutadans (C’s), ha hecho corresponsable de esta medida a ERC, «lo vistan como lo vistan o lo camuflen como lo camuflen», con la que a su juicio «se destruye» el Estado del bienestar y los derechos de los trabajadores.
Desde la CUP, el diputado Quim Arrufat considera que con este recorte salarial «llueve sobre mojado».