El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha participado en la cumbre hispano-francesa y ha estado presente en la recepción de Macron a las puertas del Museu Nacional d’Art de Catalunya, aunque ha abandonado tras el saludo oficial y antes de que empezara a sonar el himno.
Durante el encuentro, el president ha advertido a Pedro Sánchez de que «el procés no ha terminado». «La realidad es tozuda y en Catalunya sigue existiendo una mayoría sólida y transversal que quiere decidir libremente su futuro”, ha asegurado durante una comparecencia posterior desde el Palau de la Generalitat donde no ha atendido a preguntas de la prensa.
Además, Aragonés ha hecho saber al presidente francés Emmanuel Macron que Cataluña pretende ser “socio europeo”. “Queremos compartir la soberanía en igualdad de condiciones con el resto de estados”, ha añadido.
La cumbre no ha estado exenta de polémica y ha comenzado rodeada de una manifestación de independentistas que se ha desarrollado sin incidentes. Junqueras ha abandonado el evento entre abucheos y gritos de «traidor» de los manifestantes dirigidos a la plana mayor de ERC. Según los convocantes ha habido 30.000 asistentes a la protesta. Según la Guardia Urbana se han concentrado unas 6.500 personas.
El líder de ERC ha declarado antes de marcharse que «el independentismo sigue bien vivo. El conflicto no ha terminado porque sigue habiendo represión contra los catalanes en forma de persecución económica y de juicios»