Las familias gaditanas son las que más sufren la crisis que está azotando España y más si cabe Andalucía. Miles de familias tienen que encomendarse a comedores sociales o buscar ayuda en los mercados al por mayor para llevarse algo a la boca.
Las familias que residen en Cádiz reclaman más atención para los niños que sufren cada día la ausencia de alimentos. Es el caso de Yoli, madre de un niño de 7 años que no sabe qué hacer después de estar más de 18 meses en el paro. “He echado currículos por teléfono hasta por enchufes y ya no hay salida”, asegura una de las madres afectadas por la crisis.
Esta joven ciudadana gaditana lleva trabajando desde los 15 años en tiendas de golosinas, cuidando niños y personas mayores pero hoy en día no tiene un futuro claro.
“Mi marido y yo somos autónomos y no hay soluciones si desde Madrid no se da ejemplo. El primer ERE lo hicieron aquí en Jerez y los políticos estaban muy orgullosos. Es lamentable que esté pasando esto en este país”, sentencia una Yoli que tiene que dar de comer a su hijo con la ayuda de otras familias que buscan comida en MercaJerez para dar de comer a sus hijos. “Hasta los huevos están caros”, aseguraba una Yoli que reía por no llorar.
En Jerez hay una tasa de paro en Andalucía alcanzó el 35% en 2012 y los políticos no se preocupna por nadie. “Yo me estoy calentando la cabeza para dar de comer a mi hijo y ellos pasan de nosotros”, asegura Yoli.
El marido de Yoli es transportista pero ha hecho de todo a sus 35 años ya que “aquí (Jerez) la gente trabaja en lo que puede. Donde más trabajo hay es en los supermercados o en grandes superficies”.
Una de las salidas para muchos es buscarse el futuro fuera de su ciudad. “Hemos pensado en mudarnos pero estamos a la espera del alzamiento de nuestro piso. En enero dejamos de pagar el piso y en marzo nos llegó la carta del juzgado”, declara Yoli que sólo quiere dinero para poder sacar a su hijo adelante.
Hace 18 meses esta familia ha probado todas las asistentas sociales pero siempre le han dado un ‘no’ por respuesta. “Las asistentas me decían que tenía que entender que sólo tenía un niño pero había familias que tenían más derecho a comer porque eran más”, denuncia una madre que tendrá salir adelante “porque no queda otro remedio”.