El forense y exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género Miguel Lorente señaló este viernes que los casos de padres que “asesinan solo a sus hijos han aumentado durante los últimos años”, debido a “una suerte de postmachismo y de un ambiente hostil hacia las mujeres por una parte de la sociedad», por lo que advirtió del del riesgo que corren los hijos cuando pasan tiempo con sus padres maltratadores y pide considerarlo un factor de riesgo.
En declaraciones a Servimedia, el psiquiatra señaló que en 25 años de trayectoria profesional, los asesinatos de hijos son relativamente nuevos, ya que antes los agresores “o mataban a la mujer o a esta con los niños, pero nunca a los hijos solos”.
Explicó que la razón de este crimen es que los maltratadores se han dado cuenta de que “así hacen un daño mayor a la madre, más incluso que si le quitan a ella la vida”.
Además, prosiguió, aunque “habría que analizar cada caso de forma individual”, cuando luego concurre el suicidio del agresor es porque este “de alguna forma tiene asumida la pérdida de los hijos”.
“Los suicidas», agregó, «idealizan las reacciones de la gente después de su muerte y planifican sus actos, con lo que no cabe pensar que este tipo de crímenes responden a un arrebato».
En su opinión, durante los últimos años se ha generado un postmachismo, un ambiente hostil hacia las mujeres, que les culpa de predisponer a los hijos en contra del padre y de querer la custodia con fines económicos, de interponer denuncias falsas por malos tratos y otros factores similares.
En su opinión, «esto no es la causa única, pero sí va calando en el hombre maltratador, que de alguna forma se siente agredido por su expareja y entra en una espiral de odio que se ve así reforzada, por lo que hay que tener mucho cuidado con los mensajes que se envían y con las concesiones del régimen de visitas y de la guardia y custodia».
FALSOS MITOS
El 73% de los casos de violencia de género se resuelven en los juzgados de familia porque, “al contrario de lo que se cree”, las mujeres prefieren no denunciar y tramitar un divorcio ordinario, indicó Lorente.
«Entonces se dicta un régimen de visitas al uso, en el que ni los menores son oídos ni se requieren informes de equipos de valoración. Es más, si un niño manifiesta rechazo se tiende a pensar que la madre lo ha manipulado», señaló.
Lorente apuntó que incluso se mantiene el régimen de visitas de padres con condenas en firme, pues “no se tiene nada claro que un maltratador de mujeres no es un buen padre”.
«Para algunos jueces la violencia contra la mujer“no tiene nada que ver con los niños, cuando justamente es un factor de riesgo muy elevado, y así no podemos seguir”, concluyó.