Las furgonetas españolas vendidas el año pasado fueron de las más eficientes de toda la UE, ya que emitieron un promedio de 156,3 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, cuando la media comunitaria es de 169,2, según datos dados a conocer este miércoles por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
Así, España es el sexto país de la UE con furgonetas nuevas menos contaminantes, sólo por detrás de Portugal (145,1 gramos de CO2/kilómetro), Malta (145,7), Bulgaria (148,5), Francia (151,9) y Dinamarca (155). Se trata de datos provisionales de la AEMA, que publicará los definitivos el próximo otoño.
En 2014 se vendieron 1,4 millones de nuevos vehículos comerciales ligeros en la UE, que emitieron un promedio de 169,2 gramos de CO2 por kilómetro, lo que supone un 2,4% menos que el año anterior y cumplir una vez más la meta de 175 gr/km fijada para 2017, alcanzada por primera vez en 2013, cuatro años antes de lo previsto.
También cumplieron por adelantado este objetivo fijado por el Parlamento Europeo otros 10 países: Grecia (157,0), Italia (157,7), Chipre (158,4), Croacia (158,9), Polonia (167,3), Letonia (167,6), Holanda (167,9), Irlanda (170,3), Suecia (170,4) y Rumanía (171,5).
En el otro extremo, las furgonetas más contaminantes se vendieron en Eslovaquia (193,3), República Checa (191,1), Alemania (190,4), Eslovenia (186,3), Austria (183,7), Reino Unido (181,0), Finlandia (179,7), Bélgica (179,5), Luxemburgo (179,0), Estonia (178,3), Hungría (178,0) y Lituania (176,4).
Por otro lado, la AEMA subrayó que el mercado de las furgonetas creció un 18% el año pasado en comparación con 2013. Todos los países vendieron más vehículos comerciales ligeros, salvo Malta y Holanda, y más del 60% de los vehículos nuevos se registraron en Francia (24%), Reino Unido (21%) y Alemania (15%). La gran mayoría eran diésel (97%), en tanto que los que utilizan combustibles alternativos, como el gas licuado de petróleo o el gas natural, apenas representaron un 2% de la flota y los eléctricos, menos del 0,5%.
Por último, la AEMA subrayó que los automóviles nuevos mejoraron su eficiencia de combustible en un 2,6% entre 2013 y 2014, y cumplieron tres años antes el objetivo fijado para 2015.