El turismo español cada vez se extiende por más países y sube y sube cada mes que pasa. En 2013 se alcanzó el récord de visitantes y todo apunta a que este año se puede volver a superar. ¿Pero por qué España se ha convertido en un lugar de destino de primera orden?
Siria y los países árabes del norte de África eran hasta hace unos años lugares muy apetecibles para los turistas y tenían cada año una gran demanda. Pero la guerra en el primero y las tensiones en los segundos los han relegado de la lista de los favoritos.
Son pocos los turistas que se animas a pasar sus vacaciones en uno de estos lugares en kitad de los conflictos que los sacuden y con las noticias que llegan cada día desde allí, de muertos, atentados, bombas, huelgas,… Esta recesión del turismo en países antes tan solicitados ha favorecido de sobremanera a España.
Tanto el profesor de derecho administrativo de la Facultad de Comercio y Turismo de la Universidad Complutense de Madrid, Omar Bouazza como el profesor de macroeconomía de la Universitat Abat Oliba CEU, Joan Ripoll, están de acuerdo en esta teoría. “Los problemas de otros nos vienen bien a nosotros”, destaca Ripoll.
Esto está ayudando mucho a que la economía española siga fluyendo gracias al dinero que se gastan los turistas en nuestro país, ya que ha sufrido mucho tras la recesión en la que vive sumergida España desde hace más de cinco años.
Así, los turistas internacionales, al ver imposible acudir a este tipo de países, se decantan por el Mediterráneo, con su clima suaves y sus playas. Una situación, que el país está aprovechando para promocionar a otros lugares su oferta de “sol y playa”. Además, la península tiene empresas “muy competitivas tanto dentro como fuera del país y una gran gama de opciones de ocio entre las que elegir, cuenta Bouazza.
A día de hoy, las playas españolas siguen siendo el destino estrella de los extranjeros, que suelen venir de sitios con condiciones meteorológicas más bien malos, por lo que el tiempo de España es perfecto para pasar unos días de descanso, ponerse morenos y darse un chapuzón en el mar.