Periodos de frío extremo y nevadas copiosas en invierno similares a la reciente ‘Bestia del Este’ que congeló buena parte de Europa pueden estar vinculados con momentos con un menor número de manchas solares en la estación invernal.
Así lo asegura Indrani Roy, del Departamento de Matemáticas de la Universidad de Exeter (Reino Unido), en un estudio publicado en la revista ‘Scientific Reports’, donde indica que cuando el ciclo solar se encuentra en su fase “más débil” hay periodos cálidos en el Ártico durante el invierno, así como fuertes nevadas en Europa y Asia.
“A pesar de todas las otras influencias y complejidades, aún es posible segregar una fuerte influencia del Sol. Hay reducciones de hielo marino en el Ártico y un crecimiento en Eurasia es observado en los inviernos recientes. Este estudio muestra que esas tendencias están relacionadas y el actual ciclo solar más débil está contribuyendo a eso”, explica.
El estudio indica que durante los períodos en que el número de manchas solares cae en invierno por debajo del promedio, el calentamiento del Ártico sube desde la troposfera inferior hasta la estratosfera superior, mientras que se produce un enfriamiento cuando el número de manchas solares está por encima de la media.
La investigadora analizó cómo el ciclo solar de 11 años, un cambio periódico en la actividad del astro que incluye cambios en los niveles de radiación ultravioleta y cambios en el número de manchas solares, puede vincularse con el vórtice polar y el fenómeno de oscilación ártica, que afecta al clima invernal del Ártico, Europa y Asia.