La ciudad portuguesa de Covilhã inauguró hoy la exposición «Red String», elaborada por la artista holandesa Marian van der Zwaan mediante un «hilo rojo» que se entrelaza por una pasarela peatonal de 12 kilómetros, la más larga de Europa, como símbolo de interrelación cultural y racial.
En una entrevista con Efe, la artista, de madre portuguesa y padre holandés, asegura que el hilo que se va entrelazando representa el rechazo a cualquier tipo de discriminación racista.
En la tela roja, que también alude a la «línea roja» que la humanidad no debe sobrepasar, están reflejadas más de un centenar de historias de personas de todo el mundo que han sufrido el azote de la discriminación, explica la artista, de 46 años, licenciada en Bellas Artes y que se ha convertido en una de las especialistas mundiales en exposiciones que versan sobre derechos humanos.
«Durante mucho tiempo he logrado mantener conversaciones con personas de barrios muy complicados», explica la autora.
Estas conversaciones que ella grababa fueron las que le inspiraron para crear la exposición «Red String», que ya se ha exhibido en Lisboa, Kaunas (Lituania), Viseu (Portugal) y en Oakland, junto a la bahía de San Francisco.
Precisamente, una de las entrevistas que más le marcó fue la que mantuvo con un chico de 23 años de Oakland, donde puso en peligro su integridad. «Me intentó intimidar, me pidió sexo y me pudo haber violado», relata Van der Zwaan.
Sin embargo, tras la conversación, el joven -metido en la delincuencia callejera- se derrumbó y, entre lágrimas, le reconoció que no quería morir en la calle.
Estas y otras historias que reflejan la discriminación racista existente por todo el mundo se pueden seguir a través del hilo rojo, que pretende ser «el conductor» de toda una serie de historias vividas en primera persona por la artista holandesa.
La exposición, una vez que finalice su periplo en Covilhã, ciudad próxima a la frontera con Salamanca, se exhibirá en Holanda, Sudáfrica y Japón.
Pretende ser «una alerta a la humanidad con historias de personas discriminadas que marcan la línea roja que no se debe sobrepasar», insiste la artista.
A la ceremonia de inauguración de hoy, celebrada en la pasarela «Ponte da Carpintera», acudió como invitado especial el secretario de Estado de las Entidades Locales de Portugal, Carlos Miguel, de etnia gitana.
De cara al futuro, la artista avanzó a Efe que está trabajando en otro proyecto «de gran calado» que se centrará en el tráfico de personas.
Se trata de una exposición que, en un principio, se inaugurará en Bélgica y que tendrá como base siluetas de mujeres prostitutas que ella misma pintará.
Uno de los trabajos más relevantes de la carrera de esta artista fue un proyecto que desarrolló hace cuatro años y en el que denunciaba el tráfico de seres humanos.
Para ello, creó cinco laberintos artísticos de 250 metros cuadrados como símil de las dificultades para encontrar una salida.
Este proyecto artístico, que se pudo ver en Alemania, Ghana, Angola, Portugal o Brasil, le valió una distinción especial por parte de la UNESCO.