Oza-Cesuras. Es el nombre para el primer pueblo unido por dos ayuntamientos en la historia democrática. Una guardería común fue la excusa para hablar de integración y de formar un nuevo municipio de 5.429 habitantes en A Coruña, que ocupa el puesto 106 en el ranking de habitantes de los pueblos gallegos.
“Dar y aprovechar lo que tiene el otro”. Así explica la fusión el popular Pablo González, alcalde de Oza dos Ríos (3.229 habitantes), para quien una gran mayoría del pueblo aplaude esta integración, aunque sea a costa de perder la identidad municipal.
“Si somos más grandes, tendremos más cosas y nos darán más dinero”, asegura Maruja, que regenta una panadería familiar. “Nos van a dar más subvenciones”, comenta desde su bar en Oza dos Ríos Amalia, que también ve ventajas para el otro pueblo, Cesuras (2.200), el pequeño, donde un colegio con 55 alumnos está en vías de extinción. “Si no se une con Oza, esa escuela se muere”, sostiene Amalia.
Pero en Cesuras no todos están contentos con la fusión. En Casa Presedo, su encargada oye a los clientes quejándose. “Los de Oza, que son más grandes, nos quieren meter su deuda”. “Me parece faltal esta unión y encima lo han arreglado dos o tres políticos sin decirnos nada. Ha sido una fusión de aquella manera, y sí, estoy enfadada”, remarca por teléfono Encarnación.
Pablo González, el alcalde de Oza, insiste en que se ha buscado el interés de las dos comunidades y recuerda que su territorio es mayor, de ahí que pueda tener una deuda más abultada, pero “no es grande, ni supone el problema”. Porque el problema es, según cuenta, la sostenibilidad de los ayuntamientos. Su supervivencia ahora en la época de recortes y en el futuro ante una administración abocada a adelgazar.
El todavía regidor dice que la fusión salvará a Oza de la poda de servicios sociales, como a Cesuras, donde además existe una mayor proporción de gente mayor que ahora podrá recibir la atención de personal de su ayuntamiento. “Las tormentas económicas también se viven en los ayuntamientos y la unión es lo que puede salvarnos”, remarca. Del regidor de Cesuras (PP), José Sánchez, asegura que es “un buen compañero” para esta fórmula de optimizar recursos municipales.
Ambos consistorios conservarán sus dependencias municipales, que pasarán a ser oficinas municipales para atender a las dos comunidades de vecinos, separadas por un par de kilómetros. Las sedes compartirán la gestión del suministro de agua, de atención a mayores, de arreglo de calles o la guardería común, que se situará en una parcela de Cesuras.
Una gestora, que aún no se ha constituido, y que estará integrada por un presidente y 13 miembros gobernará el municipio hasta las próximas elecciones municipales. Eso significa que nueve concejales y un alcalde perderán su puesto. La elección de los integrantes de la gestora dependerá de la proporcionalidad de votos obtenidos por los concejales en las elecciones.
“No me importaría perder mi puesto de alcalde. Cuando me viene un vecino a decirme lo mal que le van las cosas en su negocio, pues tienes que buscar una forma de ayudarle. Y al final, con un municipio más grande recibes más recursos. La reducción de la administración local es algo demandado y debemos dar ejemplo”.