Los neandertales en Europa mostraron signos de estrés nutricional durante períodos de frío extremo, lo que sugiere que un cambio climático pudo haber contribuido a su desaparición hace unos 40.000 años.
Ésta es la principal conclusión de una investigación dirigida por Jamie Hodgkins, arqueozoólogo y profesor asistente en el Departamento de Antropología de la Universidad de Colorado en Denver (Estados Unidos), y que está publicada en la revista ‘Journal of Human Evolution’.
Hodgkins analizó fósiles de animales de presa y encontró que a los neandertales les resultó especialmente difícil extraer todas las calorías de la carne y los huesos durante periodos de tiempo más fríos.
El investigador examinó huesos descubiertos en cuevas habitadas por neandertales en el suroeste de Francia para demostrar a través de marcas cómo los cadáveres de venados y otros animales fueron matados y utilizados para alimentación.
Durante periodos glaciales, los huesos fueron procesados más pesadamente. En particular, tenían mayores marcas de exploración lo que indica una necesidad de consumir toda la esencia, probablemente como señal de la escasa disponibilidad de alimentos.
«Nuestra investigación destapa un patrón que muestra que los entornos ambientales fríos fueron estresantes para los neandertales”, apunta Hodgkins, quien añade: “A medida que el clima se hizo más frio, los neandertales tenían que esmerarse en la extracción de los nutrientes de los huesos. Esto revela que los neandertales intentaron afanarse ante el bajo aprovechamiento de los huesos”.
Estos hallazgos apoyan la hipótesis de que la modificación del clima fue un factor en la extinción de los neandertales. “Nuestros resultados ilustran que el cambio climático tiene efectos reales”, subraya Hodgkins.
“Estudiar el comportamiento del neandertal es una oportunidad para entender cómo un rápido cambio climático afectó en el pasado a nuestro humano más cercano. Si las poblaciones neandertales ya estaban al borde de la supervivencia al final de la Edad de Hielo, el aumento de la competencia que se produjo cuando los humanos modernos aparecieron en escena pudo haberles empujado por el acantilado”, concluye.