El Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona presentó hoy su primera colección de ropa bajo la marca Top manta, con el objetivo de «sacar a sus compañeros de la calle», mejorar las condiciones de vida de los manteros y buscar alternativas a la venta de productos de imitación.
Según explicó el director de la plataforma Play Ground, Cristian Palazzi, el proyecto lo han liderado quince miembros del sindicato, «pero aún es necesario convencer de que esta iniciativa es una salida real a cien de los trescientos vendedores ambulantes que residen actualmente en Barcelona».
«La vida del mantero (denominación de los vendedores ilegales que ofrecen las mercancías sobre una manta en la calle) es muy complicada. Dependen de los veinte euros que ganan al día. Los cursos de formación que hemos hecho han tenido que hacerse a partir de las siete de la tarde, porque, de lo contrario, ese día no comían», añadió.
El sindicato llegó a un acuerdo con Play Ground, que «consiguió convertir está iniciativa en un proyecto de emprendimiento a través de cursos de formación, asesoramiento legal y apoyo en la estrategia de comunicación».
La colección está compuesta por seis modelos, entre camisetas, sudaderas y bolsas de tela de colores blanco, negro y gris, y que llevan inscritos algunos lemas como «Legal clothing, illegal people» (ropa legal, gente ilegal), «Fake system, true clothes» (sistema falso, ropa verdadera), un rostro con una lágrima en el ojo y el dibujo de unas casas de colores.
La campaña de «crowdfunding» (http://goteo.cc/topmantabcn) empezó el pasado 12 de marzo y a día de hoy ya ha alcanzado las 1.773 aportaciones, lo que ha supuesto una recaudación de más de 47.000 euros (57.000 dólares), «aunque en los próximos meses se espera seguir aumentando la cifra para consolidar el proyecto», ha asegurado Palazzi.
Actualmente, la única forma de conseguir las piezas es a través del «crowdfunding», en el que están disponibles múltiples opciones de colaboración, aunque el objetivo es «acabar produciendo de manera masiva y pasar a la venta física».
El proyecto, que aún no ha podido patentar la marca porque «alguien la impugnó por considerar que era muy genérica», quiere encontrar una línea de distribución de la colección para que pueda venderse en tiendas físicas, «como cualquier otra marca», señaló el director de la plataforma.
Palazzi también detalló que, del dinero recaudado, una tercera parte está destinada a «ayudar a la organización» y el resto, a «cubrir las necesidades de producción, como las máquinas para serigrafiar, o encontrar el espacio para trabajar dignamente».
El Centro Universitario de Diseño de Barcelona (BAU) ha colaborado junto con los vendedores ambulantes para ayudarles con la elaboración del diseño y con los talleres donde se explicaba cómo hacer líneas de diseño.
Durante el día de hoy, el sindicato y Play Ground han organizado una jornada de reflexión sobre la situación que vive actualmente este colectivo, en la que se llevarán a cabo diversos actos, como una exposición fotográfica, música en directo y un desfile para presentar los diseños.