Cuando se pensaba que ya estaba todo andado y visto en Madrid salen a la luz un centenar de lugares, hechos y personajes ‘secretos’ de la ciudad, entre ellos una estatua de la Libertad antecesora de la neoyorquina, una Diana cazadora que ‘habita’ en lo alto de la Gran Vía y algunos fantasmas medievales.
Estos son algunos de los «Secretos de Madrid 2», título que el periodista de Pamplona afincado en Madrid Manuel García del Moral ha dado a la segunda parte de una recopilación que ya publicó en 2013.
En las 330 páginas de este nuevo libro de formato pequeño García del Moral ha puesto los descubrimientos que ha hecho durante años de paseos por Madrid y de historias y anécdotas que ha encontrado en incontables libros y documentos.
El periodista ha explicado a Efe que la nueva entrega de sus «Secretos» obedece a la cantidad de lugares y personajes que se le quedaron en el tintero en la primera edición y a que ha conocido historias y anécdotas nuevas.
Entre los hallazgos que han ido a parar al libro están los fantasmas de Elena, Ataúlfo, Goyito y la Panderetera, todos ellos responsables de sustos y supuestas apariciones en las noches de la villa.
Elena apareció muerta en la Casa de las siete Chimeneas, en la Plaza del Rey, y el caso se llenó de misterio con la posterior desaparición del cadáver. La leyenda dice que la mujer era vista de vez en cuando caminado a la luz de la luna por la cornisa de la que había sido su casa.
Otro andariego de las sombras es Goyito, un fantasma ‘residente’ en el número 28 de la Gran Vía, en el edificio de Telefónica, que algunos dicen haber visto vagando entre las plantas nueve y trece.
Y en el edificio del Museo Reina Sofía, que tiempo ha fue el Hospital General San Carlos, el fantasma Ataúlfo ha asustado a más de un vigilante moviendo ascensores, saltando alarmas o dando voces en salas vacías….
Cuenta García del Moral que la Panderetera fue «una tal Catalina González», una mujer bonita que cautivaba a los viandantes tocando la pandereta desde lo alto de su ventana. La chica, que al parecer desataba celos y furias entre las mujeres de la calle Segovia, apareció muerta un día pero siguió asomándose alguna que otra noche a la ventana y siempre agitando la pandereta.
También con nombre de mujer pero sin ningún terror, en el número 31 de Gran Vía se ha instalado Diana, diosa de la caza, una escultura acompañada de cinco lebreles, obra de la artista Natividad Sánchez.
«Pasear mirando a las alturas tiene premio» en Madrid, dice el periodista recopilador de secretos acerca del hallazgo de figuras como esta Diana que habita en la parte más alta del inmueble edificado en 1925 y que sus propietarios han querido decorar con esta escultura clásica.
Entre el centenar de hallazgos del libro «Secretos de Madrid 2» hay otra curiosidad: una estatua de la Libertad ‘escondida’ en un rincón del número 3 de la calle Julián Gayarre, en el claustro del Panteón de Hombres Ilustres.
Un dato destacado de esta Libertad es que, según la documentación de la que dispone el autor del libro, la madrileña es de 1853, con lo cual es 26 años ‘mayor’ que la neoyorquina, de 1879.
La Libertad madrileña, cuenta Manuel García del Moral, fue encargada por el Gobierno de España a Ponciano Ponzano -otrora reputado escultor- para homenajear a los políticos liberales Agustín Argüelles, José Calatrava y Juan Álvarez de Mendizabal.
El libro no tiene desperdicio: revela dónde estuvo el «Café de los Cagones», el origen del adjetivo ‘Gilipollas’, las leyendas de la calle Montera, por qué Madrid es «ciudad de gatos» y de dónde procede el nombre de la Puerta del Sol.
Estos y muchos más son los «secretos» de García del Moral, que -dice- seguirá investigando, tentado por la curiosidad de ver palacios cerrados al público, sedes espléndidas de organismos oficiales o lugares que solo abren durante unas horas un día cada año, como la capilla de San Isidro.
Javier Nieto Remolina