‘Mañana será tarde’, dice José Antonio Zarzalejos, y eso quiere decir que la situación es crítica, pero todavía hay tiempo. La democracia española, España misma, ha entrado en una crisis sistémica. Carcomido por años de malas prácticas, quizás también por algunos errores fundacionales, el sistema constitucional del 78 no da más de sí. La gran crisis económica, con sus secuelas de empobrecimiento y furia, puede haberle dado la puntilla. La palabrería que antes era seductora ahora se hace insoportable, la corrupción que ayer se toleraba ahora se ve como la peor de las lacras. Y todas las instituciones han sido alcanzadas: los partidos, los sindicatos, la Justicia, los medios de comunicación, el sistema financiero, la mismísima Corona.
Con ecos del mejor regeneracionismo de Costa, Ortega, Azaña, Ridruejo, con gran fuerza discursiva, sin la menor tentación arbitrista, Zarzalejos repasa cinco de los focos del gran incendio. El de la corrupción, que ha de combatirse desde abajo, el del periodismo, ese contrapoder que hoy es más necesario que nunca y que hay que recuperar aunque sea eliminando viejas cabeceras, el de la corona, que ha tomado la iniciativa pero necesitará mucha ejemplaridad para perpetuarse, y los del País Vasco y Cataluña, cada vez más graves amenazas para la unidad de España, y por tanto para la estabilidad y el bienestar de todos. Un peligro que el autor de esta obra propone conjurar con cambios de discurso y paradigmas y con una reforma constitucional, cada vez más necesaria.
Esta es una obra implacable, sin complejos, destinada a convertirse en libro de referencia. No hace falta una revolución, sino una refundación del sistema.
Mañana será tarde, pero todavía estamos a tiempo.