La Guardia Civil ha intervenido más de 300 toneladas de alimentos que no reunían los requisitos legales establecidos para su comercio y distribución, en el marco de la operación “Opson”, en la que han participado más de 5.000 agentes en toda España que se han incautado un total de 31.536 alimentos, 315.059 kilos y 4.514 botellas.
Según informó la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, para detectar la falsificación, adulteración, venta, etiquetado, comercio y distribución ilegal de los productos alimenticios se han llevado a cabo 812 inspecciones de locales dedicados a la venta de productos alimenticios, establecimientos hosteleros y tiendas de alimentación.
Los agentes detectaron más de 400 infracciones de la normativa alimentaria marcada por la Unión Europea, cinco delitos y una falta, además, se ha detenido a dos personas e imputado a otras tres. Asimismo, se han realizado 71 aprehensiones de alimentos por la utilización de productos de baja calidad o nocivos para la salud.
La operación centró sus líneas de actuación en los controles de la entrada de productos alimenticios a través de las aduanas españolas, el control del transporte de los mismos por cualquier vía y las inspecciones de los establecimientos dedicados a su comercio.