Sobre el papel, a partir de ahora ningún alcalde o concejal de España podrá cobrar más de 100.000 euros al año sumando todos los conceptos retributivos, es decir, tanto el salario como las dietas por asistencias a plenos y otras reuniones municipales, que durante años se ha consolidado como una manera muy socorrida para pagar un buen sueldo a los munícipes.
La cifra supone una subida en toda regla respecto al límite máximo que se derivaba de la redacción de la Ley de Reforma Local. Ésta vincula el sueldo de los alcaldes a la retribución prevista para los secretarios de Estado del Gobierno en la Ley de Presupuestos, que para 2014 ha quedado fijada en 71.886 euros.
Y esto lo hemos sabido porque en la aprobación del Real Decreto Ley de Medidas de Reforma en Materia de Infraestructuras y Transporte se ha incluido la referencia legal del sueldo máximo que podrán percibir los alcaldes españoles a partir de ahora. Sí, en esa norma legal los nuevos topes máximos que modularán el salario de los miembros de las corporaciones locales desde este mismo año.
El asunto provocó la reacción entre airada e indignada del mundo municipal: incredulidad entre los alcaldes, a los que se dijo que el sueldo de un secretario de Estado era de unos 100.000 euros; y pánico entre los encargados de aplicarla, los secretarios e interventores municipales, que ya se veían en el duro trámite de exigir a sus jefes que se redujeran el sueldo para cumplir con la ley.
Al parecer el tema fue fruto de la confusión. La tabla salarial anexa a la Ley de Reforma Local situaba el tope salarial máximo para alcaldes en 100.000 euros, pero el texto de la misma lo referenciaba al sueldo de los secretarios de Estado. Y esto es lo que ha hecho que Hacienda haya tenido que meter con calzador en un Real Decreto del Ministerio de Fomento la norma que vuelve todo a su sitio natural.
Trías, Barberá, Botella y Belloch superan el tope
Sea como fuere, esos 100.000 euros constituirán el tope máximo que regirá para los alcaldes de grandes ciudades, entendiendo éstas como las que tienen más de 500.000 habitantes.
En la actualidad, de todos ellos, los alcaldes de Barcelona, Xavier Trías (109.000 euros); de Zaragoza, Juan Alberto Belloch (105.000 euros); y las alcaldesas de Valencia, Rita Barberá (103.000 euros), y Madrid, Ana Botella (101.000 euros) superan ese límite, según la página web sueldospublicos.com.
Sólo están dentro de los márgenes los de Málaga y Sevilla.
Esta web no solo tiene en cuenta la nómina que tienen por su condición de alcaldes sino otras retribuciones que perciben por cargos en sociedades o representación en otros ámbitos de la Administración, en la línea del criterio que persigue la Reforma Local.
Sin embargo, Trías, Belloch y Barberá podrían llegar con su sueldo intacto al final de su mandato, ya que en el trámite parlamentario de la reforma local se aprobó ‘in extremis’ un cambio que permitirá eludir de forma excepcional este tope legal hasta el año 2015 en los ayuntamientos que tengan una situación financiera saneada.
Más colchón para los pequeños municipios
El tope salarial impuesto por el Gobierno se modulará en sentido descendente en función de la población del municipio:
– entre 300.000 y 500.000 habitantes, 90.000 euros.
– entre 150.000 y 300.000 habitantes, 80.000 euros.
– entre 75.000 y 150.000 habitantes, 75.000 euros.
– entre 50.000 y 75.000 habitantes, 65.000 euros.
– entre 20.000 y 50.000 habitantes, 55.000 euros.
– entre 10.000 y 20.000 habitantes, 50.000 euros.
– entre 5.000 y 10.000 habitantes, 45.000 euros.
– entre 1.000 y 5.000 habitantes, 40.000 euros.
El trámite parlamentario de la Reforma Local ha sido particularmente beneficioso para 7.000 alcaldes de poblaciones de menos de 20.000 habitantes, que han visto sensiblemente elevados los topes iniciales previstos por Hacienda.
Los alcaldes de municipios de más de 10.000 habitantes han visto elevarse su tope salarial de 45.000 a 50.000 euros; los de más de 5.000, de 40.000 a 45.000 euros; los de más de 2.000, de 30.000 a 40.000 euros; y los de más de 1.000 euros, de 20.000 a 40.000 euros.
Incluso los ediles de pueblos de menos de 1.000 habitantes han sacado tajada. El proyecto inicial no les reconocía un salario público más allá de las dietas por asistencia a Pleno, pero el proyecto definitivo les permitirá cobrar hasta 30.000 euros aunque no tengan dedicación exclusiva.