«De una vez no. Tiene que ser un crecimiento progresivo y asumible por el campo empresarial y que no provoque problemas en las pymes. Sabemos que esto tiene un efecto no deseado en el mundo rural de nuestro país, que es donde hay que sostener las iniciativas empresariales y a los autónomos», ha señalado la vicepresidenta en declaraciones a la cadena SER recogidas por Europa Press.
La vicepresidenta, que ha insistido en que la subida del SMI es una «obligación» que emana de la Carta Social Europea, ha explicado que el objetivo es que, en cuatro años, en esta legislatura, el SMI de España se iguale al de otros países de Europa.
En respuesta a las advertencias empresariales sobre los efectos de la subida del SMI sobre el empleo, Calvo ha asegurado que, con la subida a 900 euros mensuales en 2019, se constató que, frente a otros pronósticos, «no se destroza empleo» y que esta mejora del salario mínimo conviene al funcionamiento económico del país y al consumo.