Más de 200 millones de europeos no pueden acceder a la moda debido a que los diseñadores de ropa y calzado no tienen en cuenta su sobrepeso, su silla de ruedas o sus problemas de pies, entre otras circunstancias.
Para que ese colectivo, que representa a un 40% del total de la población en el continente, tenga al menos la oportunidad de lucir lo que se lleva, el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) está desarrollando una tecnología para fabricar ropas, calzados y productos ortopédicos personalizados para poblaciones con necesidades especiales, como diabéticos, usuarios de sillas de ruedas, personas mayores u obesas.
El proyecto, bautizado con el nombre de «FASHION-ABLE», fue presentado la pasada semana en Bruselas, durante la VII Conferencia Anual de la Plataforma Tecnológica Europea para el Futuro de Textiles e Indumentaria.
La intención es atraer a las pequeñas y medianas empresas europeas (pymes) con medios tecnológicos innovadores que permitan la fabricación sostenible de productos personalizados que atiendan las necesidades de los nichos de mercado que están fuera del ámbito de la producción masiva de bienes.
Según el director de Indumentaria del IBV, Juan Carlos González, esta iniciativa «dotará a las pymes europeas interesadas en la personalización de productos de los medios tecnológicos que permitan la concepción, el co-diseño y la fabricación sostenible de productos totalmente personalizados».
En concreto, el proyecto pondrá en práctica estas nuevas tecnologías aplicadas a los entornos de trabajo de tres sectores: calzado para diabéticos, ropa de moda para usuarios de sillas de ruedas y ortesis textiles de alto rendimiento.
«FASHION-ABLE» es un proyecto colaborativo cofinanciado por la Comisión Europea a través del VII Programa Marco que tendrá una duración de tres años y un presupuesto total de cerca de cinco millones de euros.
En su desarrollo participan, además del IBV, otras 13 entidades de varios países europeos, entre centros de investigación, pymes y federaciones de personas con discapacidad.
La representación española se completa con la empresa alicantina de calzado Calzamedi y la Plataforma Representativa Estatal de Discapacitados Físicos (Predif).