Las organizaciones Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF exigieron este miércoles a las administraciones públicas que las actividades desarrolladas en el medio natural en las que se ejerza un uso privativo de un recurso común, como la caza, deben quedar supeditadas a la conservación del patrimonio natural y a la realización de acciones colectivas sostenibles, como el senderismo o la observación de la naturaleza.
Estas ONG consideran necesario que los gobiernos cumplan “estrictamente” con el artículo 45.2 de la Constitución para asegurar que “el uso público del medio natural no esté supeditado a actividades que ejercen un uso privativo del patrimonio de todos los ciudadanos”.
Señalaron que, según la normativa española, actividades realizadas en el medio natural como la caza “no pueden tener preferencia frente a otros usos públicos del territorio, sino que tendrán que estar supeditadas a la conservación de la biodiversidad y del patrimonio natural de todos las personas, así como al disfrute de un medio ambiente adecuado por parte de toda la ciudadanía que desee ejercer este derecho”.
Además, indicaron que la presión cinegética que se está ejerciendo sobre algunas especies está poniendo en riesgo su conservación, ya que se trata de animales con un evidente declive poblacional, como la tórtola europea, la codorniz o la perdiz roja.
Esto es especialmente importante cuando se trata de espacios protegidos. Atendiendo a la legislación vigente, es deber de todos los poderes públicos velar por la conservación y la utilización racional del patrimonio natural en todo el territorio nacional. No es posible que los domingos, durante el periodo hábil de caza, sea difícil pasear de forma segura por muchos de los espacios protegidos”, apuntaron.
SANCIONES POR RECOGER SETAS
Las ONG destacaron ejemplos como los ocurridos en los parques nacionales de Monfragüe o de Cabañeros, “donde se ha producido la paradójica situación de autorizarse batidas de caza durante algunos de los días festivos más frecuentados por los visitantes, cortando carreteras y caminos públicos de acceso a estos emblemáticos espacios”.
Subrayaron que esta situación se repite durante el periodo hábil de caza en toda España, con ejemplos en parques naturales y en zonas protegidas de la Red Natura 2000 como el Alto Tajo (Guadalajara), Laguna de la Nava (Palencia), Villafáfila (Zamora) o Doñana (Huelva).
“La priorización de las actividades cinegéticas sobre otros usos del territorio va más allá, ya que incluso algunas normativas autonómicas, como la Ley de Caza de Castilla-La Mancha, establecen sanciones para las personas que recogiendo setas o espárragos en los días de caza o previos a estos, puedan molestar a las especies cinegéticas”, denunciaron.
Por otro lado, Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF indicaron que “es un imperativo legal que las administraciones evalúen el impacto de la práctica de caza en los espacios protegidos antes de autorizarla en los mismos, aspecto que casi ninguna comunidad autónoma cumple”.
“Las administraciones competentes deberían velar por que se priorice la salud pública, la seguridad de los ciudadanos y la preservación del medio ambiente frente a usos que puedan afectar de forma negativa a las personas y a la conservación del patrimonio natural y la biodiversidad, intentando compatibilizar los diferentes usos públicos que se pueden desarrollar de manera legal en el medio natural”, concluyeron.