Un equipo de investigadores liderado por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y por la Universidad de Oxford ha descubierto una nueva familia de garapatas coetáneas de los dinosaurios, a las que han bautizado como Deinocroton draculi o ‘garrapatas terribles de Drácula’.
Publicado en la revista ‘Nature Communications’, el estudio utiliza muestras de fósiles conservadas en ámbar (resina solidificada) procedentes de Birmania. Esta nueva especie se une a las tres familias de garrapatas conocidas hasta la fecha, aunque no existen ejemplares de ella en la actualidad.
Tras analizar los fósiles, los científicos se fijaron en que cuatro ejemplares eran tan extraños en casi todas sus características anatómicas que no podían ser clasificados en ninguna de las tres familias de garrapatas conocidas. Solo quedaba ponerle un nombre, Deinocrotonidae o “garrapatas terribles”, y describir un nuevo género y especie, que dedicaron al conde Drácula por los hábitos hematófagos de la nueva familia.
Según explica Enrique Peñalver, investigador del IGME y primer autor del artículo, el estudio demuestra que una de las garrapatas se soltó voluntariamente del hospedador después de alimentarse de su sangre y quedar completamente hinchada, al aumentar más de 8 veces su volumen inicial, lo que conecta su forma de alimentarse con las actuales “garrapatas blandas” y no con las “garrapatas duras”.
En la misma muestra, los investigadores también descubieron una garrapata de la especie Cornupalpatum burmanicum enganchada a una pluma de dinosaurio, lo que constituye una evidencia directa de este tipo de relación de parasitismo hace 100 millones de años.
En concreto, la garapata se encontró enganchada a una pluma de terópodo, especie de dinosaurio con plumas que en algunos casos evolucionó hacia el linaje de las aves modernas a finales del período Cretácico.