Un total de 35 Cáritas Diocesanas de 12 comunidades autónomas acompañaron en 2017 a un total de 719 personas en situación de vulnerabilidad o exclusión social que, mediante las actividades realizadas en distintos proyectos, pudieron garantizar el cumplimiento de la pena a través de trabajos en beneficio de la comunidad, gracias al convenio con Instituciones Penitenciarias.
Esta modalidad de penas alternativas a la prisión complementa la apuesta de Cáritas por “la reinserción social de las personas privadas de libertad”, algo que forma parte de las líneas de trabajo estratégicas que, desde hace décadas, se llevan a cabo para acompañar a los reclusos y exreclusos en sus procesos de recuperación de la autonomía personal y su plena reincorporación a la sociedad, según indica la entidad en nota.
El coordinador del convenio en Cáritas, Juan Antonio García Almonacid, indicó que la organización hace una valoración de los trabajos en beneficio de la comunidad muy positiva, «ya que constituyen una alternativa a la privación de libertad que, en el caso de personas en situación de vulnerabilidad o exclusión social, evitan una mayor espiral de exclusión tanto del penado como de la familia, así como rupturas con el entorno social y laboral”.