La fiesta del toreo sobrevive, aunque muy dependiente de los fondos públicos. Ayuntamientos, diputaciones y autonomías desglosan año a año grandes presupuestos para subvencionar a peñas, asociaciones, escuelas y festejos del ámbito taurino. Sin embargo algunos están cerrando el grifo: el cambio en el rumbo político de algunos consistorios está provocando situaciones de crisis para las cada vez más dependientes comunidades taurinas. El último ha sido el Ayuntamiento de Madrid, que ha cumplido su promesa electoral y se ha negado a renovar el contrato por el que Madrid Destino, una empresa pública, gestionaba y financiaba la Escuela Taurina “Marcial Lalanda”, en la Venta de Batán, sobre la que ya ha ordenado la devolución de sus llaves.
Dicha escuela está situada en un espacio público de Casa de Campo de 10.717,62 metros cuadrados que lleva 40 años destinado a enseñar toreo. La institución comandada por el torero retirado Joselito habría recibido partidas anuales continuas por valor de 61.200 euros desde el Ayuntamiento y 39.780 euros de la Comunidad de Madrid. Con dichas partidas se pagaban el sueldo de sus cuatro profesores, entre ellos las de Joselito y el torero Bote. Sólo los contratos de Joselito y Bote durante los primeros seis meses de 2017 costaron a la administración 14.569 euros y 21.756 euros respectivamente, que fueron pagados por Madrid Destino, según los datos facilitados a este medio por AVATMA.
Ayuntamientos y diputaciones, una gran fuente de fondos
Y es que la fiesta del toro español, ya lejos de los años de bonanza, es más dependiente que nunca de los contratos con los ayuntamientos y las ayudas de dinero público de las autonomías y las diputaciones. Según los datos aportados por el presidente de la AVATMA, José Enrique Zaldívar, existen importantes partidas presupuestarias autonómicas y locales para actividades taurinas que, según Zaldívar «apuntalan la supervivencia de la tauromaquia en España».
Dichas partidas pueden alcanzar fácilmente los cientos de miles de euros anuales incluso llegar a cantidades millonarias. Sólo por citar algunas, la Diputación de Badajoz gastó en 2014 más de medio millón de euros en tauromaquia, financiando concepto tales como “escuelas taurinas”, “federaciones”, “festejos”, “ferias”, “cesión de plazas de toros”, “dietas a directivos” o “gastos de publicidad”. La diputación de Castellón por su parte dedicó 88.336,32 euros en 2016 sólo en concepto de ayuda a asociaciones y peñas taurinas.
En la Comunidad de Madrid en 2015 el presupuesto para actividades taurinas llegó a 1.385.000 euros, según los informes facilitados por los portales de transparencia de cuentas. La partida para dichas actividades bajó en 2016 por la presión de los partidos de la Asamblea, pero el gobierno popular consiguió volver a colocarla en 1.3 millones de euros para 2017.
Los ayuntamientos también son una recurrente fuente de ingresos. La localidad de Tordesillas, donde se celebra el Toro de la Vega, gastó en 2013 un total de 204.010,42 euros en este tipo de fiestas. En dichas celebraciones, los ingresos en ventas (tiquets, abonos y carnés) no superaron ni la mitad del gasto realizado. Cabe destacar que de dicho presupuesto salieron sueldos que engloban desde los 2.000 a los 8.500 euros para los novilleros y rejoneadores.
Ayudas indirectas del Estado
Además, desde el erario público también se destinan fondos para otras actividades que, si bien de forma indirecta, financian la tauromaquia.
Es el caso de los programas de televisión producidos por cadenas públicas. Según revelan los datos facilitados por RTVE ante la solicitud de información del diputado Joan Josep Nuet i Pujals, entre 2007 y 2011 RTVE gastó 7 millones de euros en programación taurina.
También existe el Premio Nacional de Tauromaquia, concebido por el Gobierno en 2011 como una “iniciativa de fomento de la tauromaquia en tanto actividad cultural” y cuya dotación asciende a los 30.000 euros; o la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, que en su edición 2016 fue concedida a El Juli por decisión del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Además es el Estado quien, desde el Ministerio de Agricultura, reparte las ayudas europeas a la ganadería por mantener la dehesa, independientemente del uso destinado a los animales que en dicho mantenimiento participan, y del que se benefician propietarios de fincas para la cría de toros destinados a corridas.
En definitiva, desde AVATMA estiman que entre 500 a 600 millones de euros pueden ir destinados a la tauromaquia desde las arcas públicas, aunque reconocen que dicha cifra es aproximativa ya que “es difícil de probar porque muchas partidas están maquilladas”. “No hay un presupuesto único a los toros: están divididos y disgregados en ayuntamientos, autonomías y diputaciones, pero sabemos que la tauromaquia está subvencionada, y que de no estarlo la tauromaquia habría desaparecido hace tiempo”.