El padre Ángel, que ya ha viajado con ayuda humanitaria a países que han sufrido catástrofes naturales como Haití, asegura que la ayuda inmediata es de «vital importancia».
Por ello, a pesar de la humedad, las altas temperaturas o las grandes distancias, el sacerdote tiene claro su objetivo, ayudar a los más necesitados, como los habitantes de Daanbantayan, en el Norte de Cebú, que lo han perdido todo, pero para quienes la ayuda humanitaria supone un motivo de esperanza, según recuerda la ONG.