Tras reunir las firmas, la organización exige en un comunicado al Ministerio de Industria, Energía y Turismo que garantice que existe competencia real en el sector antes de «privar a los consumidores de su derecho» a la Tarifa de Último Recurso (TUR).
La campaña de la OCU, iniciada el 16 de octubre, se había marcado el objetivo de lograr 100.000 adhesiones, cifra sudiciente para acreditar el interés y el apoyo de la ciudadanía a la propuesta de organización.
Tras alcanzar este objetivo, la organización pondrá en marcha la segunda parte de su campaña, en la que pedirá a Industria que se replantee «la decisión de eliminar la TUR y dejar, en el mejor de los casos, a 5 millones de hogares sin esta tarifa».
Estos usuarios «se verían abocados a un mercado eléctrico sin una competencia real y donde tres o cuatro compañías en régimen de oligopolio subirían el precio de la luz en más de un 30%». «Algo parecido a lo ocurrido en el sector de las gasolinas», asegura.
La OCU considera que, «mientras no se garanticen las condiciones adecuadas de competencia y transparencia en el mercado eléctrico, la TUR es la mejor opción para la mayoría de los usuarios».
Las nuevas subidas del recibo supondrían a un consumidor medio pagar 1.000 euros al año, en lugar de los 753 euros de media que paga un hogar actualmente.