«Apoyamos y respetamos la Segunda Enmienda, y reconocemos que la gran mayoría de los propietarios de armas en este país son ciudadanos responsables y respetan la ley. No obstante, tenemos que ayudar a resolver el problema. La violencia armada es una epidemia que quita la vida a demasiadas personas», ha señalado Stack.
No obstante, el minorista ya había retirado todas las armas de asalto de sus tiendas tras la masacre de la escuela Sandy Hook en 2012, en la que murieron 20 niños y 6 profesores. Meses más tarde, la empresa retomó la venta de armas en su cadena especializada.
Al mismo tiempo, Stack ha instado a los políticos a que promulguen una reforma en relación al sistema actual de armas en la que se prohíba la venta de armas de fuego de estilo asalto, se aumente la edad mínima para su compra a 21 años, se requieran controles de antecedentes que incluyan información relevante sobre la salud mental de los propietarios o se asegure una base de datos universal de quienes tienen prohibido comprar armas.