La cifra de negocio de la compañía se redujo un 3,1% en los primeros seis meses de su año fiscal, hasta un total de 4.966,9 millones de libras (5.684,2 millones de euros). De esa cantidad, 2.813,2 millones de libras (3.219,5 millones de euros) se correspondieron con la facturación de la división de alimentación, que cayó dos décimas porcentuales con respeto al primer semestre de 2017.
Por otro lado, la división textil de M&S redujo su facturación un 2,7% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, hasta un total de 1.702,5 millones de libras (1.948,1 millones de euros). Finalmente, la facturación internacional, aquella registrada fuera de Reino Unido, descendió un 19,1%, hasta los 451,2 millones de dólares (516,3 millones de euros).
«En el contexto del profundo cambio estructural de nuestra industria, no estamos dejando piedra sin remover y estamos reformando nuestro negocio, su organización y su cultura», ha explicado el consejero delegado de M&S, Steve Rowe.
En concreto, el ejecutivo ha indicado que la compañía se encuentra en una fase de reestructuración que ha resultado en el «mayor cambio» para la firma «en décadas».
Asimismo, la compañía ha asegurado que ha completado el cierre de 29 tiendas a cierre del primer semestre. El pasado mes de mayo, M&S anunció que cerraría hasta un total de 100 establecimientos como parte de su plan de reestructuración.