– Acción contra el Hambre y Ayuda en Acción han puesto en marcha proyectos financiados por la compañía. Ferrovial colabora con ONG como Acción contra el Hambre y Ayuda en Acción para poner en marcha infraestructuras de agua y saneamiento en comunidades vulnerables de Colombia, a través de proyectos en los que aporta financiación e ingenieros que ayudan sobre el terreno.
Así lo afirmó este miércoles la gerente de RSC de Ferrovial, Cristina Moral, en un encuentro informativo celebrado en Servimedia sobre ‘Infraestructuras sociales en Colombia’, en el que también participaron la responsable de Alianzas Corporativas de Acción contra el Hambre, Cristina Herrero, y la responsable de Relaciones Institucionales de Ayuda en Acción, Marta Marañón.
Durante el encuentro, patrocinado por Ferrovial, Moral indicó que esta compañía puso en marcha en 2011 el programa ‘Infraestructuras sociales’ con el fin de facilitar agua potable y saneamiento a colectivos vulnerables en África y en América Latina, “zonas en las que existe una deficiencia en el acceso a el recurso hídrico”.
Moral destacó que Ferrovial no solamente se encarga de financiar los proyectos que selecciona, sino que aporta ingenieros y especialistas en materia de agua, muchos de los cuales actúan sobre el terreno aportando sus conocimientos y su experiencia en días de vacaciones. “Siempre vamos de la mano de las ONG, que detectan las necesidades reales”, añadió.
Por su parte, Cristina Herrero comentó que Acción contra el Hambre está presente en Colombia desde hace 16 años, los seis últimos en el Departamento de Córdoba (norte del país), en el que existe un buen número de personas desplazadas por el conflicto y suele ser proclive a desastres naturales como las inundaciones.
Herrero explicó que sólo 4 de los 80 municipios de Córdoba disponen de “agua continua para consumo humano en un tiempo igual o mayor de 12 horas” y que la falta de este recurso provoca “problemas de salud y la contaminación del suelo”.
Apuntó que “todas las poblaciones colombianas se enfrentan a unas vulnerabilidades inmensas” y que Acción contra el Hambre tiene muy en cuenta “la sostenibilidad de los proyectos”. “Hay ciertas vulnerabilidades a las que no podemos hacer frente. Siempre tratamos de no acceder a ninguna zona sin el consentimiento de las autoridades y somos muy rigurosos a la hora de medir los impactos”, destacó.
Herrero comentó que Ferrovial seleccionó un proyecto de esta organización en 2013 para llevar agua y saneamiento a cuatro comunidades que carecían de agua segura para consumo humano. “Los resultados han sido magníficos y es un ejemplo de cómo la empresa privada ofrece cada vez más recursos a las ONG, e incluso ayuda también a promover la responsabilidad social corporativa en los países donde estamos”, agregó.
NUEVO PROYECTO EN 2016
Por otro lado, Marta Marañón indicó que Ayuda en Acción indicó que esta organización desarrolló hace dos años con Ferrovial en el Departamento de Chocó, uno de los más pobres del país. “Fue pionero porque no había ningún corregimiento con agua potable en todo el departamento y es paradójico porque tiene uno de los índices pluviométricos más altos del mundo”, dijo.
Marañón destacó que esta ONG contribuyó a rehabilitar un acueducto y a potabilizar el agua, lo que se convirtió “en un símbolo porque ya había un corregimiento con acceso a agua potable, a raíz de lo cual la municipalidad comenzó a hacer planes de desarrollo”. “Chocó es el departamento más corrupto de Colombia y tuvimos la osadía de hacer una alianza público-privada e involucramos a la comunidad en la construcción de las obras”, añadió.
Recalcó que Ayuda en Acción pondrá en marcha el próximo mes de enero otro proyecto con Ferrovial en El Salado, un lugar donde un grupo de paramilitares perpetró una de las peores masacres del conflicto colombiano. “La forma en que se produjo fue atroz. Los sacaron de las casas de los pueblos, empezaron a bailar, estaban borrachos, violaron a niños, a mujeres…”, explicó.
Marañón añadió que esta población quedó “totalmente traumatizada” y algunas familias comenzaron a volver dos años después. “El proyecto está vinculado al proceso de paz. Tiene el valor simbólico de que si ahí funciona, hay seguridad y puede animar a otros actores públicos, privados y multilaterales a trabajar por la paz en Colombia”, concluyó.