En un comunicado conjunto, MoneyGram y Ant Financial han anunciado su decisión de romper de mutuo acuerdo el compromiso adquirido, después de no haber sido capaces de obtener la necesaria aprobación del Comité de Inversiones Extranjeras en EEUU (CFIUS por su sigla en inglés), a pesar de los «grandes esfuerzos» realizados para hacer frente a los problemas planteados por el regulador.
Según los términos del acuerdo suscrito por las dos empresas el pasado mes de abril, Ant Financial ha abonado a MoneyGram una indemnización por ruptura del contrato por importe de 30 millones de dólares (25 millones de euros).
«El entorno geopolítico ha cambiado considerablemente desde que por primera vez anunciamos la transacción hace casi un año», declaró Alex Holmes, consejero delegado de MoneyGram, quien lamentó que, a pesar de los esfuerzos realizados para cooperar con el Gobierno de EEUU, «ha quedado claro que CFIUS no aprobará esta fusión».
A pesar del fiasco de su fusión, MoneyGram y Ant Financial han anunciado que seguirán colaborando en nuevas iniciativas estratégicas en los mercados de remesas y pagos digitales.
Jack Ma, fundador de Alibaba, se había comprometido hace un año durante una reunión con Donald Trump a crear un millón de empleos en EEUU, pero en los últimos meses el Gobierno estadounidense ha endurecido su posición respecto a las empresas del gigante asiático, uno de los escasos apoyos con los que cuenta el régimen de Corea del Norte.
De hecho, el pasado mes de septiembre EEUU bloqueó la compra por 1.300 millones de dólares (1.083 millones de euros) de la estadounidense Lattice Semiconductor por la china Canyon Bridge Capital Partners, mientras también han descarrillado recientemente acuerdos como el de la compra de la aseguradora Genworth Finance por China Oceanwide Holdings o la adquisición de AppLovin por parte de Orient Hontai Capital.
RESPUESTA CHINA.
En un artículo de opinión, la agencia estatal china Xinhua acusa al Gobierno de EEUU de «haberse quedado atrapado en una mentalidad de suma cero», recordando las investigaciones abiertas en el último tramo de 2017 sobre cuestiones de propiedad intelectual y transferencias tecnológicas, así como respecto de los productos de aluminio chinos, además de rechazar el estatus de economía de mercado de China en la Organización Mundial del Comercio.
«China y EEUU van a iniciar un viaje lleno de obstáculos en materia comercial en 2018 si el Gobierno sigue su propia ruta», señala el artículo, que advierte del riesgo de que China respondiera adoptando represalias.
«El precio es demasiado alto para los dos pueblos si crece el escepticismo y se produce una escalada de la tensión. Hacen falta calma y pragmatismo para mantener sanos y salvos los lazos comerciales», añade la agencia.