El grupo saudí Alhokair, propietario de Blanco, ha formalizado un crédito participativo de aproximadamente doce millones de euros con el fin de que la firma textil haga frente a sus compromisos y obligaciones de pago, logre restablecer su patrimonio y asegurar la continuidad de sus operaciones, según han informado a Europa Press en fuentes sindicales.
Blanco continuará con los »números rojos» este año, con unas pérdidas estimadas de nueve millones de euros, por encima de los aproximadamente siete millones de euros que se anotó en 2014, por lo que, además de despedir a 332 empleados y cerrar doce tiendas, modificará las condiciones laborales, entre ellas el sistema de comisiones y el horario de personal de las oficinas.
Las mismas fuentes han rechazado las medidas anunciadas por la empresa, puesto que, en su opinión, lo acertado en la actual situación empresarial sería buscar el equilibrio económico por la vía del crecimiento de los ingresos y la moderación de los gastos.
Según se desprende de la documentación económica adicional para conocer la previsión de ingresos que para el año 2015 tiene la empresa y del posterior análisis de los sindicatos, el crecimiento de los ingresos podría situarse en el entorno del 20%, teniendo en cuenta que durante los dos primeros meses del año las ventas han supuesto el 20% de los ingresos realizados durante el año 2014.
Por tanto, según las mismas fuentes, en un escenario de crecimiento de los ingresos, el ajuste de empleo propuesto por la compañía es «muy desproporcionado».
«De producirse un crecimiento de los ingresos superior al 8%, cuestión factible, podría suponer la eliminación de las perdidas de explotación de la compañía y estaríamos en un escenario bien diferente al que la empresa pretende conducirnos con sus planteamientos de eliminación de puestos de trabajo y externalización de actividades», han señalado desde los sindicatos.
Asimismo, de la memoria explicativa presentada por la compañía, también se desprende que los datos favorables en las ventas que se han producido en determinados periodos del año 2014 han ido acompañados de bajadas de las mismas por «errores en el abastecimiento», lo que pone de manifiesto, según las mismas fuentes, que las pérdidas originadas en 2014 «se deben en gran medida a errores en la gestión empresarial».
En concreto, la compañía, que cuenta con una plantilla total de 1.250 trabjadores y con 121 establecimientos, contempla el fin de la actividad y cierre de una docena de tiendas ubicadas en Alicante, Barcelona, Bilbao, Elche, Ibiza, Madrid, Valencia, San Sebastián, Santander y Santiago de Compostela, con el objetivo de «maximizar eficiencias».
«Todo ello permitirá hacer frente a las necesidades y exigencias del mercado en el momento actual, que estaban afectando seriamente a la empresa y comprometiendo su viabilidad en el futuro», subrayó la compañía en un comunicado.
ADQUIRIDA EN PLENO CONCURSO.
Blanco, que ya aplicó otra regulación de empleo que afectó a 711 trabajadores, presentó concurso de acreedores voluntario en junio de 2013 debido a la gravedad de sus problemas económicos y financieros.
A principios del año pasado, el grupo saudí Alhokair adquirió por más de 40 millones de euros la mayor parte de los activos de la cadena textil española Blanco y se comprometió a mantener y asumir los 1.200 puestos de trabajo.
En el auto, al que ha tuvo acceso Europa Press, se destacaba la importancia de la conservación de los empleos, ya que esos despidos generarían un importante volumen de créditos contra la masa derivados de las indemnizaciones laborales de dichos despidos.