Según indica la ENAC en un comunicado, le gestión de la continuidad del negocio es una herramienta de dirección estratégica de las organizaciones que, a partir de un análisis en el negocio que evalúa la aparición del riesgo y la definición y prueba de los planes de continuidad, asegura un nivel mínimo de suministro.
Esto se establecerá durante una interrupción en el servicio para no incidir en la prestación del negocio y minimizar la duración de la misma, evitando, así, que los impactos alcancen niveles «inaceptables».