Las extinciones de empleo, las primeras que lleva a cabo la compañía desde 2010, se efectuarán en el marco de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que se empezará a negociar en breve con los representantes de los trabajadores.
El ERE de extinción afectará a los empleados indirectos, aquellos que no están vinculados con la línea de producción, y que desempeñan su trabajo en otras áreas como recursos humanos, finanzas o gestión, ha explicado la compañía.
El nuevo presidente de Seat, Jürgen Stackmann, ya anunció hace unas semanas su intención de reducir los costes del personal indirecto para conseguir su objetivo de que la compañía automovilística abandone los números rojos y se sitúe en la rentabilidad.
Este objetivo, perseguido desde hace años, se le está resistiendo a Seat debido, en especial, al desplome del mercado español como consecuencia de la crisis, pese al aumento global de ventas de la compañía en los últimos meses.
Tras la comunicación oficial a los sindicatos de los detalles del ERE, la dirección y el comité iniciarán en breve el periodo obligatorio de conversaciones.
La compañía ha asegurado que los despidos no se llevarán a cabo de una sóla vez, sino que está previsto que se materialicen de manera gradual a lo largo de la primera parte de 2014. Será cada área afectada la que decida en qué momento es mejor aplicarlos.
En paralelo, Seat está aplicando un ERE temporal que afecta a unos 80 trabajadores al día, aunque la autorización es más alta y podría llegar hasta los 427.
Seat ha optado por recurrir a los despidos después de que las medidas de flexibilización y la reducción de la bolsa de horas acordadas a principios de año con los sindicatos hayan resultado insuficientes para mejorar la rentabilidad.
Fuentes de la compañía han apuntado que, además de los despidos, el ERE prevé que no se sustituyan los trabajadores que vayan causando baja o que se congelen las promociones internas para amortiguar al máximo las medidas más traumáticas.