El comisario de Asuntos Sociales y Empleo, Laszlo Andor, ha propuesto nuevas normas para asegurar prácticas de calidad a los jóvenes de la Unión Europea, incluyendo medidas para que los empleadores «no les exploten» y con el objetivo de aumentar sus posibilidades de conseguir un empleo.
Bruselas ve con preocupación las elevadas cifras de paro juvenil en la Unión Europea, que considera «inaceptables», y cree que parte de la solución es mejorar las prácticas que se ofrecen a los jóvenes, con el objetivo de que sean un verdadero «empujón para entrar en el mercado laboral», ha explicado el comisario en rueda de prensa.
Andor ha alertado de que a menudo los empleadores se sirven de las prácticas que ofrecen a estudiantes o recién licenciados para nutrirse de «una fuente de mano de obra gratuita o muy barata», y ha alertado de que una de cada tres ofertas de prácticas en empresas de la UE «no alcanzan el nivel adecuado».
Por ello, el Ejecutivo comunitario presenta una serie de directrices que el comisario ha pedido a los Estados miembros que sean aprobadas y aplicadas cuanto antes, en especial para dotar de mayor transparencia a las prácticas ofrecidas y que el joven que acepte una oferta de este tipo sepa realmente cuáles serán sus condiciones de trabajo.
El comisario defiende los periodos de prácticas como una buena forma de conseguir «las habilidades que los empleadores están buscando», pero insiste en la necesidad de crear un «marco de calidad» que se aplique en toda la Unión Europea. Unas normas transparentes y armonizadas en todo el suelo comunitario ayudaría, además, a favorecer la movilidad de los jóvenes, según Andor.
Las propuestas
La propuesta de la CE contiene un conjunto de orientaciones y recomendaciones que, de obtener el respaldo de los Veintiocho, deberán aplicarse a las legislaciones nacionales y a los sistemas de formación.
Entre las propuestas de Bruselas para ese marco de calidad figura que el empresario deje claro si el trabajo será retribuido o no, cuáles serán los objetivos educativos y las tareas para el becario y cómo se van a supervisar las prácticas. También deberán fijarse con claridad los tiempos de vacaciones y otros derechos laborales, de acuerdo a la legislación que se aplique al resto de trabajadores, y si cotizarán o no a la seguridad social. Bruselas apuesta porque la duración de las prácticas sea de seis meses y que todas sus condiciones queden reflejadas en un acuerdo escrito, suscrito por el empleador y el becario.
Garantía juvenil
«Mejorar las prácticas laborales es parte de la solución para resolver el grave problema del paro juvenil», porque los becarios «pueden tener más opciones de encontrar un empleo si se garantiza una mayor transparencia y buenas condiciones laborales», cree Andor. La CE pretende también de esta forma facilitar la aplicación de la nueva garantía juvenil, una iniciativa que estará en marcha desde principios del año próximo.
La garantía establece que todos los europeos menores de 26 años deben tener acceso a un trabajo, formación o prácticas en un plazo máximo de 4 meses tras terminar sus estudios o quedar desempleado, y ha sido dotada con un presupuesto de 6.000 millones de euros para el período 2014-2020.