Las universidades participantes deberán presentar sus propuestas para organizar estancias de entre siete y diez días en sus Campus para un grupo de, como mínimo 15 estudiantes, de los cuales al menos el 60% serán alumnos con discapacidad, para promover que estos jóvenes tengan un primer contacto con la universidad, y descubran las posibilidades que les ofrece este entorno para tratar de reducir el abandono de estudios.
«Además de sensibilizar al entorno universitario sobre las capacidades de estos estudiantes y concienciar y motivar a los jóvenes con discapacidad para promover su acceso a la universidad, las entidades organizadoras pretenden incentivar a las universidades españolas para que avancen en su proceso de adecuación a las necesidades de sus futuros estudiantes con discapacidad e identificar oportunidades de mejora para construir un entorno educativo plenamente inclusivo», han destacado los organizadores.